Ambicioso plan habitacional
Se proyecta construir 21 mil viviendas al 2030, con una inversión 93 millones de UF y así poblar sectores de bordecerro que cumplen con los requisitos de habitabilidad. Es sabido que en la región existen 85 campamentos y son más de 7 mil las familias que allí viven n condiciones precarias.
El Minvu entregó mayores antecedentes del plan habitacional de emergencia que impulsa el gobierno para poder paliar el grave déficit de vivienda que se vive en todas las regiones del país. Para Antofagasta el plan es ambicioso porque se pone como meta construir 21 mil soluciones habitacionales en un plazo de siete años -una proyección más allá del actual gobierno- con una inversión de 93 millones de UF.
Y esa meta se sustenta en un estudio realizado en el bordecerro y otras zonas de la ciudad para determinar los suelos que pueden se utilizados con fines inmobiliarios. Estos ya fueron reconocidos y se evaluaron sus potenciales para recibir los futuros condominios.
Son ochos zonas: De norte a sur, serían La Chimba Alto, Bonilla-Arenales, Bonilla-Alameda, Centro Norte, Centro Alto El Ancla, Centro Alto Miramar, Centro Alto El Toro y Coviefi-Caliche.
Es un estudio avanzado y que permite tener las herramientas para planificar y cumplir con los objetivos del plan de emergencia y lo principal es que ha existido el diálogo con la comunidad en este diseño.
Se desprende que es muy posible cumplir la meta pactada de contar con el financiamiento comprometido desde el poder central. No hay que olvidar que también el Core aprobó la adquisición de terrenos con esos fines, lo que significa un valioso aporte.
Es sabido que en la región existen 85 campamentos y son más de 7 mil las familias que allí viven n condiciones precarias. También hay una alta cifra de personas, matrimonios jóvenes que están allegados en casas de familiares y amigos, además, de los miles de postulantes a las soluciones habitacionales y que formados como comités llevan años a la espera de una respuesta definitiva.
La demanda es extensa y creciente, por ello los últimos anuncios llenan de esperanza a quienes hoy no tienen un lugar digno donde vivir. Una situación que en la mayoría de los casos impide los esfuerzos de salir de la condición de pobreza.
Son muchos las familias chilenas y de extranjeros avecindados que necesitan darle valor a su existencia y contar con una casa propia es un paso gigantesco en sus aspiraciones. La luz que se les entrega hoy es un aliciente para seguir en su desafío por avanzar en una sociedad que pone obstáculos que no pueden ser salvados sin la ayuda del Estado.
El compromiso, hasta el momento, parece bien encaminado.