Educación para la vida
"Lo más valioso de una sociedad siempre será su capital humano, éste no debe perder jamás esa valiosa capacidad de asombro".
Cada día resulta más importante señalar que los establecimientos educacionales, como su nombre lo indica son instituciones que, valga la redundancia, educan para la vida. Es decir, no tan sólo transfieren contenidos de las diversas asignaturas curriculares.
La educación de un ser humano no puede ser jamás desvinculada de su formación como persona. Los estudiantes, hoy más que nunca, necesitan desarrollar habilidades socioemocionales para tener excelentes logros en lo personal y profesional en el siglo XXI. Por esta razón, quienes trabajamos en educación debemos siempre orientar los aprendizajes hacia el desarrollo integral de nuestros alumnos con habilidades ad - hoc.
Diversas informaciones dan a conocer que los sistemas educativos de América Latina y El Caribe están desarrollando y han implementado políticas y programas para incorporar estas habilidades en los estudiantes. Las cuáles en este nuevo siglo, resultan fundamentales para una mejor calidad de vida a futuro.
La convivencia humana a diario se complejiza, quienes están frente al desafío de educar en aula, deben definir claramente en sus procesos pedagógicos que habilidades socioemocionales son necesarias en sus estudiantes, en lo posible monitorear los avances y establecer claras orientaciones en esta área fundamental de la formación de las nuevas generaciones. El mundo ha evolucionado en muchos aspectos y es profundamente necesario, ser proactivos en esta sensible área de la formación de las personas.
Ante los constantes cambios radicales que la humanidad está experimentando, no podemos focalizar la tarea de educar tan sólo en contenidos. Debemos orientar a los niños y jóvenes a descubrir sus fortalezas como seres humanos, éstas no solamente le ayudarán a cada uno de ellos, sino también fortalecerán la formación de sus pares.
Hoy en día debemos educar para la vida, fortalecer aspectos valóricos que cada día se ven disminuidos, pensando que el éxito de una persona radica en su capacidad de producir y adquirir bienes materiales. Sesgar la formación integral de las nuevas generaciones, resultará en un empobrecimiento de lo más valioso de las sociedades; su valía humana, su capacidad de ser seres pensantes y sensibles ante la desafiante vida.
Lo más valioso de una sociedad siempre será su capital humano, éste no debe perder jamás esa valiosa capacidad de asombro y autocrítica constructiva ni la valiosa resiliencia, que a todos nos rescata desde la más oscura noche de nuestras vidas y nos pone de pie, para reinventarnos y así continuar ante los reveses de la existencia.
Educar para la vida, deja enseñanzas para siempre, que fortalecen y permiten mantener siempre una actitud positiva a pesar de los muchos "a pesares" que no se pueden evitar en el diario vivir. Quienes asumimos la tarea de educar debemos continuar realizando esfuerzos para desarrollar estas habilidades en todos nuestros niños, niñas y jóvenes de la región, para construir un mejor futuro para todos.
"Una buena educación, es sin duda, un regalo para toda la vida…"
Martín Bretón O.
Magister en Política Educacional