Día del Desierto de Atacama
Cada fin de octubre, un grupo de mejilloninos nos reunimos para conmemorar el día 31. Lo hemos establecido como el "Día del Desierto de Atacama". Aquel día del año 1842 el presidente Manuel Bulnes promulgó la Ley del Guano, mediante la cual Chile estableció propiedad sobre una buena parte de este territorio. Y aquellos mejilloninos consideramos que aquel acto constituye la fundación del Chile moderno.
No fue invasión. La frontera natural entre el Virreinato del Perú y la Capitanía de Chile siempre fue el "Despoblado de Atacama". En el período republicano Bolivia temprana y visionariamente puso un pie en esa tierra de nadie, habilitando Cobija. Pero el gran territorio que comprendía el Desierto de Atacama nunca tuvo una delimitación acordada. Perú estableció como su frontera sur el Río Loa, Bolivia puso un pie en el Pacífico habilitando Cobija y desde allí hasta Caldera no había ciudades por la costa.
Chile fue el primero en establecer una legislación que definía su frontera norte: el paralelo 23. Y eso ocurrió el 31 de octubre de 1842. Chile dice "El Desierto de Atacama es chileno", algo que ya había anunciado en su primera Constitución.
Este proceso iniciado en 1842 lamentablemente se dirimió de forma bélica. El 14 de febrero de 1879 Chile retoma su soberanía de la zona comprendida entre el paralelo 23 y 24 luego que Bolivia incumpliera el Tratado de Límites de 1874. Mejillones regresa a manos chilenas luego de 13 años bajo bandera boliviana.
El verdadero impacto de la Guerra del Pacífico fue la integración a territorio chileno del Desierto de Atacama. Este acontecimiento cambió a este país. Fuera de la extensión territorial, modificó nuestra economía. De un país preferentemente agrícola pasamos a un país minero. Y esa actividad nos ha sostenido por siglo y medio.
Es por eso que nosotros cada año celebramos el "Día del Desierto de Atacama". Y en la ocasión entregamos la Medalla "André Bresson", que destaca una trayectoria patrimonial en pos de Mejillones. Y pensamos que no sólo Mejillones, sino todo Chile debiera rendir tributo a este desierto que ha sido el soporte económico para nuestro país.
Wilfredo Santoro Cerda, Consejo Patrimonial de Mejillones.