Annie Ernaux: "El Nobel representa algo inmenso teniendo en cuenta mis orígenes"
LITERATURA. Novelista francesa recibió el galardón 2022 "por el coraje y la agudeza clínica" con la que descubre la memoria.
El premio Nobel de Literatura 2022 "representa algo inmenso teniendo en cuenta mis orígenes", afirmó la escritora francesa Annie Ernaux, quien consideró el galardón "una responsabilidad".
Tras recibir la noticia de que fue galardonada con el premio, Arnaux señaló que piensa "en las personas oscuras, en mi familia. He escrito para los que han luchado mucho", explicó en una concurrida conferencia de prensa en París, en la sede de la casa editorial Gallimard.
Nacida en una familia humilde de obreros, Ernaux considera que escribir es el acto político más importante y ha hecho de su literatura un compromiso con la defensa de los derechos de los más desfavorecidos y de las mujeres.
"Mi trabajo es político, aunque no participe en movimientos sociales o políticos. Mis compromisos son el resultado de mi escritura", expresó. La "responsabilidad" a la que se refiere tras recibir el Nobel de Literatura "es la de continuar la lucha contra todas las injusticias, las que sean", afirmó.
También recalcó su compromiso con las mujeres pues "para mí, una mujer libre y con poder, siempre ha habido dominación" masculina, reconoció.
Ernaux, de 82 años, destacó que su libro "L'Événement" ("El acontecimiento", 2000), que narra de forma autobiográfica su lucha por abortar cuando era joven, ha ganado nueva actualidad con el "retroceso" al derecho a la interrupción del embarazo en algunos países.
"No imaginaba que 22 años más tarde el derecho al aborto estaría en entredicho", confesó. "Las mujeres deben tener el derecho a elegir si son madres, es la principal libertad de las mujeres", afirmó.
Hija de la guerra
Nacida el 1 de septiembre de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, Ernaux recordó que es "hija" de ese conflicto bélico y que se acuerda de los bombardeos que padeció Francia. Por eso, expuso que le resulta "inconcebible" que los hombres se maten unos a otros.
Aunque ha sorteado más obstáculos en su carrera por el hecho de ser mujer, la flamante premio Nobel no se considera especialmente "valiente".
"Hay muchas personas desconocidas que sí son realmente valientes, como los trabajadores de la Salud", apuntó.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se apresuró a felicitarla en un mensaje en redes sociales y, cuando fue consultada si el mandatario la había llamado, Ernaux respondió esbozando una sonrisa: "Tengo mi teléfono totalmente apagado".
"Su voz es la de la libertad de las mujeres y de los olvidados", afirmó Macron. "Ernaux escribe, desde hace 50 años, la novela de la memoria colectiva e íntima de nuestro país".
La ministra de Cultura, Rima Abdul Malak, señaló por su parte su "gran emoción" tras conocer el galardón a Ernaux. "Es la coronación de una obra íntima que llega a la vida de los demás. De una escritura cincelada y densa. pero también de una vida de coraje y libertad, fuente infinita de inspiración", afirmó.
Francia es el país a donde más veces se ha dirigido el Nobel de Literatura, con 16 premios, incluido el de Ernaux, la decimoséptima mujer que lo logra.
Independencia total
La escritura para la nueva premio Nobel de Literatura está vinculada a la independencia total, empezando por la material, con su firme convicción de no deberle nada a nadie.
En su forma de escribir está lo justo pues, explica, nunca ha escrito "para que sea bonito o para hacer una frase bella: Lo que yo escojo es la frase justa", afirma esta escritora que lleva más de 40 años diciendo que no se debe hablar de literatura de mujeres, al igual que no hay literatura de hombres.
A pesar de ello, recuerda cómo algunos de sus libros fueron recibidos con "condescendencia" como ocurrió con "La mujer helada", del que se dijo que era un "libro de mujeres".
Su literatura gira también en torno a la memoria, como demuestra en "Los años", obra en la que a través de fotos y recuerdos dejados por los acontecimientos, las palabras y las cosas, describe el paso del tiempo, desde la posguerra hasta la actualidad, una forma de autobiografía impersonal y colectiva.
A menudo escritos en tercera persona, sus relatos autobiográficos son, como ella describe, "un análisis de la memoria".
"Lo de decir que la memoria se equivoca es una creencia común. La memoria se basa en algo que ha tenido lugar, incluso si los detalles no lo son. Para mí utilizar la memoria es zambullirme en algo, mientras que imaginar es emerger. No me doy la libertad de inventar", indicó.
A Ernaux se le distingue "por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los alineamientos y las limitaciones colectivas de la memoria personal", reza el fallo de la Academia Sueca.