Al menos 125 muertos en una de las peores tragedias del fútbol mundial
INDONESIA. La batalla campal se desató tras la caída del Arema ante el Persebaya Surabaya. La policía culpa a un brote de violencia "anárquico", pero la mayoría falleció asfixiada o aplastada luego de lanzarse gas lacrimógeno, algo prohibido por la FIFA.
Agencias
Más de 120 personas perdieron la vida y al menos 320 resultaron heridas durante los violentos disturbios acaecidos tras un partido en Indonesia, considerada la segunda mayor tragedia en la historia del fútbol mundial.
Los hechos ocurrieron la noche del sábado, cuando miles de aficionados del club anfitrión, el Arema, que dirige el técnico chileno Javier Roca (ver nota inferior), irrumpieron en la cancha tras una derrota 2-3 ante el Persebaya Surabaya en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental, y chocaron con las fuerzas de seguridad, dejando hasta el cierre de esta edición 125 fallecidos.
Las autoridades llegaron a informar que 174 personas murieron en la tragedia, pero anoche rebajaron la cifra a 125 debido a "un error en el registro" en los hospitales que atendieron a las víctimas, explicó la Policía Nacional.
El número de heridos en esos violentos disturbios ascendió desde los 180 reportados inicialmente hasta los 323.
La rabiosa multitud embistió contra los policías y destrozó diversas infraestructuras del centro deportivo, así como una quincena de vehículos, en un brote de violencia que fue calificado como "anárquico" por el jefe de Policía de Java Oriental, Nico Afinta.
Los agentes de seguridad respondieron con gases lacrimógenos en un intento de frenar los ataques, lo que hizo que cundiera el pánico entre los aficionados y provocó una estampida.
"Era un espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar, falta de oxígeno", señaló Afinta en una rueda de prensa.
La mayoría de las víctimas sucumbió por asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias.
Los más de tres centenares de heridos fueron ingresados en diferentes hospitales de la región con distintos niveles de gravedad, por lo cual las autoridades no descartan que el número de muertos pueda aumentar.
Varios sobrevivientes y testigos de la espiral de violencia denunciaron la brutalidad de la policía, que además de disparar bombas lacrimógenas también utilizó bastones retráctiles o lumas y proporcionó "golpes y patadas" contra los hinchas, de acuerdo con los relatos recopilados por medios locales.
¿PARTIDOS SIN público?
Tras la catástrofe, la Liga indonesia fue suspendida temporalmente y un equipo de la Policía Nacional se desplazó al lugar para "investigar extensamente" los hechos, según anunció el presidente de Indonesia, Joko Widodo, en cadena nacional de televisión.
"Lamento esta tragedia y espero que esta sea la última del fútbol en el país. No dejen que otra tragedia humana como esta suceda en el futuro. Debemos mantener unido el espíritu deportivo, la humanidad y el sentido de hermandad de la nación indonesia", afirmó el mandatario.
Entre los puntos clave de la investigación figuran el uso de gas lacrimógeno por la policía -cuyo uso está prohibido por la FIFA en el interior de estadios debido a su potencial peligro- y la presunta venta de unas 4.000 entradas más allá del aforo permitido por el centro deportivo.
El Gobierno igualmente determinó una "evaluación" sobre las medidas de seguridad referentes a los partidos de fútbol en el país, donde ya se registraron en el pasado otros brotes de violencia a causa de la fuerte rivalidad entre los clubes.
En ese marco, el ministro de Deportes, Zainudin Amali, afirmó a la agencia Kompas que la cartera reevaluará la seguridad en los compromisos futbolísticos y no descarta la posibilidad de que los espectadores ya no puedan acudir a los estadios.
Las fotos y videos que plasmaron los momentos de caos, en los que se ve a miles de hinchas saltando las gradas e irrumpiendo en la cancha, así como diversos heridos, personas desmayadas y mucho humo, rápidamente dieron la vuelta al mundo y generaron una ola global de conmoción y condena a la violencia.
Entidades internacionales como Amnistía Internacional urgieron a las autoridades a investigar de forma "rápida" los violentos disturbios e instaron a la policía a reconsiderar el uso de gases lacrimógenos en los estadios, mientras que la FIFA solicitó un informe a la Asociación de Fútbol (PSSI) de Indonesia, dijo el secretario general de PSSI, Yunus Nusi.