Cinco años no es suficiente
"Durante las últimas dos décadas ha ido disminuyendo la participación de Chile como principal productor de cobre: si antes era el 36%, ahora solo es un 26%".
Después de la celebración de nuestras Fiestas Patrias debemos fortalecer el camino del diálogo y la unidad para que Chile pueda iniciar una nueva etapa en su desarrollo económico, social y político.
¿Qué rol nos corresponderá como industriales del norte? La reciente celebración nos ha permitido revisar el rol que ha jugado nuestra gente y nuestras actividades en la historia de Chile: sí, nuestra minería y su amplia red de encadenamientos industriales y de servicios han sido claves para la conformación de nuestra república, y continúan siendo el principal motor económico del país.
En nuestra región valoramos el rol histórico y presente de nuestra industria. Asimismo, estamos conscientes de las oportunidades que nos ofrece el futuro, de los estratégicos desafíos que tenemos pendientes y el rol que estamos llamados a jugar
Lamentamos que al centralismo capitalino le cueste tanto entender esto. En todas las instancias en que hemos expuesto nuestra realidad (Convención, comisiones del Congreso, etc.), muchas veces constatamos que no somos escuchados. Nuevamente pedimos que nuestro norte y sus oportunidades en torno a la industria minera sea considerada.
Durante las últimas dos décadas ha ido disminuyendo la participación de Chile como principal productor de cobre: si antes era el 36%, ahora solo es un 26%, debido a mayores costos, menores leyes de los yacimientos y porque el riesgo de invertir en Chile ha crecido. Si sumamos que los dos últimos años fueron durísimos, el proyecto de royalty presentado por el Gobierno resulta incomprensible: a la preocupante caída en la producción le sumamos la mayor carga impositiva del mundo, con tasas efectivas entre 55% y 65%. Una cosa es exigirle más a esta industria en términos impositivos; otra muy distinta es esperar que se hunda.
El Ministerio de Hacienda señaló que habrá ajustes y presentó una Propuesta Pro-Inversión. En el caso de la minería, se consideró rebajar la tasa ad valorem por cinco años para proyectos nuevos y de expansión. Si bien promover la inversión es indispensable, lo cierto es que para nuestro contexto productivo esto no se ajusta a la realidad.
¿Cuánto tarda un proyecto minero en desarrollarse y operar? Los nortinos conocemos a la minería y sabemos que esto puede tardar diez o más años. En este contexto, cinco años no es nada. Además, no se entiende no incorporar incentivos para promover inversiones en innovación y nuevas tecnologías.
Con respeto solicitamos no distraernos en aspectos no relevantes. Pedimos corregir el verdadero fondo (y error) de la propuesta: esto es, hacer razonables las tasas efectivas y descartar la modalidad ad valorem. Solo así podremos mantener la competitividad de nuestra industria y todo su aporte a la creación de valor económico y social.
Marko Razmilic
Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta