El permanente flujo de migrantes por pasos no habilitados, que este año se aproxima a registrar una cifra récord a escala país, mantiene hasta hoy la tendencia registrada desde 2020 con un fuerte aumento de ingresos de venezolanos por pasos no habilitados.

Una continuo tránsito fronterizo que sitúa a Colchane (1.579 habitantes), en la Región de Tarapacá, como epicentro de la crisis migratoria. En esta pequeña comuna se registra hasta un 70% de las denuncias por ingresos clandestinos, según datos del Servicio Nacional de Migraciones.

En esta misma localidad, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) implementó la denominada Encuesta de Monitoreo de Flujo Colchane-Chile, como parte de la herramienta Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM, por sigla en inglés). Un tipo de medición empleado con el objetivo de monitorear los flujos de ingreso y caracterizar los perfiles de la población refugiada y migrante que llega al país. "De acuerdo con diversos informes realizados por socios de la Plataforma Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela R4V en Chile, durante mayo se identificó que entre 400 y 500 personas refugiadas y migrantes de Venezuela ingresaron diariamente a Chile a través de pasos fronterizos no habilitados, siendo la comuna de Colchane, frontera con Bolivia, el principal punto de acceso al país", dice parte del análisis de la Encuesta de Monitoreo de Flujo Colchane-Chile.

Sondeo y conclusiones

Un sondeo cuya primera ronda se concretó el 16 de junio pasado, mientras que la segunda ronda de sondeo se llevó a cabo el 30 de junio. La población objetivo la conformaron refugiados y migrantes en tránsito en la localidad de Colchane, tanto dentro del Dispositivo Transitorio habilitado en el poblado (refugio temporal dispuesto por el Gobierno para control sanitario y registro de personas que ingresan por pasos no habilitados) como quienes esperan turno para ingresar. Durante el trabajo de campo se recopiló información de 266 personas: 184 adultos (encuestados) y 82 niñas, niños y adolescentes pertenecientes a los grupos de viaje de los encuestados.

Según algunas de las conclusiones de la encuesta, la Región Metropolitana figura como el principal destino (64,1%) del flujo migratorio proveniente de Colchane. Luego sigue la Región de Antofagasta como segunda opción (7,1%). Más atrás se ubican las regiones de Coquimbo (6,0%), Valparaíso (6,0%), Biobío (3,8%), Maule (3,3%), Tarapacá (3,3%) y O´Higgins (2,2%), entre otras.

Para Patricia Rojas, presidenta de la Asociación Venezolana en Chile (Asoven Chile), la condición productiva vinculada a la minería incide en que el flujo migrante considere a Antofagasta como segundo principal lugar de asentamiento en el país. "Nos parece normal que sea Antofagasta el epicentro de la actividad económica de los migrantes, sobre todo los que entran por pasos no habilitados. Antofagasta es una de las ciudades que más recursos económicos mueve en el país, entendiendo su condición de corazón de la minería. Ahí se presenta una posibilidad económica importante para los migrantes, aun estando en condición irregular".

"Santiago poco a poco, a pesar de que sigue siendo el destino final de la mayoría de los migrantes, está dejando de ser como la primera o única opción. Porque estamos viendo que los migrantes se están quedando en Antofagasta, aunque también se están moviendo hacia el sur, donde la Región del Maule también es un lugar que llama mucho la atención", detalla Rojas.

Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI), hasta el 30 de junio pasado la entidad registraba 31.910 denuncias por ingresos clandestinos en el país. Una cifra que según fuentes vinculadas a temas migratorios permite proyectar que a fines de este año podría superarse el registro histórico de 56.586 denuncias por ingresos por pasos clandestinos reportadas en 2021. En tanto, de acuerdo a un reciente reporte del Servicio Nacional de Migraciones, desde 2018 se registran unos 127 mil ingresos clandestinos al país.

Mayoría son familias

La nacionalidad de los consultados en la encuesta de la OIM, la encabezaron los provenientes de Venezuela (91,8%), seguido de Colombia (6,0%), Ecuador (1,6%) y Perú (0,5%). Mientras que en el nivel de estudios alcanzado predomina el secundario (60,3%). Más atrás sigue el técnico medio (14,7%) y primario (9,2%).

En tanto, de acuerdo al informe, el 40,2% de las personas encuestadas viaja con algún niño, niña o adolescente. Un perfil del actual flujo migratorio que atraviesa por Antofagasta o se asienta en la región, en que coincide Jonathan Cifuentes, coordinador del Área Social de la Pastoral de Movilidad Humana del Arzobispado de Antofagasta.

"La mayoría son familias venezolanas. Aunque en realidad la migración siempre se tiene que analizar desde una perspectiva de cambio en el flujo migratorio. El año pasado, por ejemplo, había mucha demanda de población migrante en condición de calle. Luego esto fue disminuyendo. Sin embargo, la semana pasada nuevamente enfrentamos una sobredemanda en casas de acogida de familias en situación de calle, especialmente con niñas, niños y adolescentes extranjeros en esta situación".

"También hemos constatado casos de muchas familias que están intentando retornar a su país. Vienen desde Santiago, con deseos de regresar a su país. Muchas veces ellos manifiestan estar cansados de transitar de un lugar a otro, aunque principalmente es por algún vínculo familiar, porque quieren ver a sus seres queridos", agrega Cifuentes, quien detalla que el Arzobispado de Antofagasta cuenta con dos casas de acogida. Uno de estos inmuebles posee una capacidad para 15 mujeres extranjeras que principalmente viajan solas, mientras que el otro refugio posee capacidad para unas siete familias conformadas también por migrantes.