Cobreloa derrotó a Melipilla en el último suspiro y se ilusiona con el ascenso directo
SUBLÍDER. El equipo de Emiliano Astorga mantuvo el invicto en casa, aprovechó la derrota de Magallanes y se acercó a la punta del torneo con un emotivo gol de Jorge Espejo en los descuentos. Ahora, enfrentarán a Deportes Iquique en casa.
Lo que parecía impensado se terminó dando justo en la recta final del torneo. Magallanes perdió por 3 a 2 -acumuló su tercera derrota consecutiva en el torneo- ante Barnechea y con eso, más el empate de San Felipe en Quillota ante San Luis, Cobreloa tenía otra gran oportunidad para acortarle distancia de seis puntos al líder, sacándole cinco unidades al rival directo por el segundo puesto.
Y lo conseguiría con angustia. Haciendo el gasto y abrazando una victoria épica en el penúltimo minuto de descuento, dejando el torneo "al rojo vivo", acortando la distancia con el liderato a sólo seis puntos y terminando con esa "farra permanente" que se venía dando hace varias semanas, justo cuando "La Academia" comenzó a desinflarse en el torneo.
Poco a poco, el ofensivo planteamiento que Emiliano Astorga mandó a la cancha comenzó a retrasar a Melipilla, que se veía ordenado y con una salida explosiva, aunque viéndose superado por las bandas cuando Juan Carlos Soto o Jorge Espejo utilizaban las orillas para generar mayor pos3esión.
Y como es habitual en los partidos cerrados en Calama, con los delanteros haciendo el desgaste de arrastrar marcas, los que tuvieron las opciones más claras eran los volantes.
Matías Ballini en una clara proyección y Nicolás Maturana con un remate en el vertical pudieron abrir la cuenta. Pero este último protagonizaría la indicencia mayor del primer tiempo, cuando sin balón y reaccionando a una provocación le pegó una patada sin balón a José Cantillana, dejando a su equipo con 10 jugadores antes del descanso. Una irresponsabilidad que afectó a sus compañeros, que cayeron en la desesperación y comenzaron a fallar en el armado futbolístico, de esas ansiedades que cuestan partidos.
Reacción
Meterle mano a un equipo que era protagonista era sumarle cuota de nerviosismo cuando más se necesitaba calma y Emiliano Astorga lo entendió, manteniendo la propuesta, con un equipo que para su desgracia, no mejoró sus baches del primer tiempo.
Con Maximiliano Cerato impreciso y sin ese poder de sequilibrio que lo convirtió en la figura naranja en la primera rueda, con Jorge Espejo cayendo en los reclamos y sin ser el factor de desequilibrio y una dupla de ataque inconexa -Escalante y Gutiérrez jamás se juntaron ni se ayudaron para propiciar desmarca-, Cobreloa fue cayendo un su propia oscuridad.
Incluso, "Los Potros" se las ingeniaron para llegar al arco local con peligro. En una, Juan Carlos Soto logró cerrar una carga de César Díaz cuando este había logrado superar la resistencia de Hugo Araya, En la otra, el meta minero estuvo atento para defender su valla ante una clara llegada de Patricio Vidal, cuando la última línea naranja no daba con las marcas.
Pero la paciencia siempre entrega premio al que supo esperar el momento justo. Fue en la última jugada, con el reloj sumando descuentos y frente al estadio pedía el último esfuerzo cuando el "Conejo" Espejo rompió la paridad, anotó su primer gol en el profesionalismo y desató la fiesta ante una hinchada que agotó todas las entradas disponibles.
Hoy, Cobreloa encendió el torneo, le hace frente a todo el desgaste y enfrentará la parte final con la ilusión del título y el ascenso directo más viva que nunca.