Mayoría de los habitantes de la Región tiene una visión negativa del futuro económico
ENCUESTA. La sensación se extiende tanto al nivel local como el nacional, según la encuesta el Barómetro-IPP. Los consultados piden aumento de impustos y mayor inversión de los privados.
Pesimista. Así se podría sintetizar la percepción de los habitantes de la región sobre la situación económica local y del país. Visión poco alentadora que, incluso, se extiende hasta sus expectativas a de cara a los próximos 12 meses. En efecto, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Barómetro regional, realizado por el IPP de la U. Católica del Norte, el 53% de los encuestados declaró que la situación "ni es buena ni mala" en el país, mientras que el 33% la evaluó como "mala".
Pero los datos son más negativos al consultarles por el contexto económico regional: 43% la describió como "un poco peor" en comparación con los últimos 12 meses, y el 36% como "regular". Apenas el 7% indicó que era "un poco mejor". La visión poco favorable para la economía regional también se proyecta para los próximos 12 meses (ver gráfica).
Cristian Rodríguez, director del IPP-UCN, explica que estos resultados se deben cruzar con el índice de temor en aspectos económicos: "Según el índice del temor, debajo de la delincuencia que ocupa el primer lugar, tienes el miedo al alza del costo de los alimentos, a que el sueldo no les alcance".
En detalle, argumenta el académico, todas las percepciones que están en el ambiente -la inflación, el alza del costo de la vida, miedo a perder el empleo, entre otros-, "hacen que esas personas, a la hora de que uno les pregunte cómo está económicamente el país; y cómo está económicamente la región, cómo va a estar la región en el futuro, tiendan a tener una percepción que es negativa".
"La inflación afecta a la gente de menores ingresos, y también está afectando a las generaciones jóvenes, y eso está afectando obviamente la percepción negativa sobre la economía del presente y el futuro", ahonda Rodríguez.
Del mismo modo, Yasna Cortés, directora del Departamento de Economía de la UCN, ahonda que "la alta inflación se ha traducido en una reducción del poder de compra de las familias, afectando directamente su bolsillo. Por otro lado, una menor inversión por parte de las empresas podría reducir la creación de empleos, por lo que las familias percibirían una mayor vulnerabilidad económica que coincide con su percepción pesimista sobre la economía regional y nacional".
Incertidumbre política
Aparte de los factores netamente económicos, los expertos consultados también apuntan a la situación política -enmarcado en la previa del plebiscito constitucional de salida del 4 de septiembre- como otro factor que estaría incidiendo en la percepción de las personas a la economía.
"Debemos tener en cuenta que nuestro país está atravesando por un periodo de alta incertidumbre económica y política, debido a factores internos y externos que afectan negativamente las expectativas de las personas y empresas", menciona Cortés.
Rodríguez, del mismo modo, declara: "En Chile estamos en tiempos de cambios importantes. Y, por un lado, mucha gente mira esos tiempos con mucha esperanza, pero también hay numerosa gente que mira estos tiempos con incertidumbre y con temor. O hay personas que viven ambas sensaciones".
Marcelo Zepeda, académico de Ingeniería Comercial de la U. Santo Tomás sede Antofagasta, sostiene que, dentro de los factores internos que explican estas cifras, está "la probable entrada en vigencia de una nueva Constitución para Chile (de aprobarse el texto), la cual, para el sector productivo, es considerada altamente inconveniente a la iniciativa privada, por no poner los incentivos correctos y necesarios para inversiones de capital fundamentales para dinamizar la economía".
De regular a buena
Sin embargo, los números del Barómetro se vuelven algo más optimistas al ahondar sobre la situación económica de cada encuestado. Un 58% la describió como "regular", y un 16% como "buena". En tanto, el 18% declaró que es "mala".
"Cuando le preguntas a los antofagastinos sobre ellos y su situación económica, no es tan mala. Predomina que la situación es más bien regular, y si lo sumamos con 'buena', tienes un 74% que dice que es entre regular y buena. Ahí hay un cambio importante, cuando uno hace el zoom sobre la situación individual y familiar", añade Cristian Rodríguez.
Las soluciones
Con todo, el Barómetro también consultó a las personas cuál sería una buena acción para mejorar el contexto económico del país y la Región de Antofagasta. Precisamente, los resultados reflejan que las personas se inclinan por un aumento de los impuestos a los sectores de altos ingresos, más intervención del Estado, pero también más inversión privada (Ver gráfica).
Al respecto, el académico Marcelo Zepeda recuerda que "el salto de Chile como el país más exitoso de Latinoamérica, en todos los indicadores macroeconómicos, se debió en gran medida a la implementación de espacios de inversión y desarrollo, tanto al sector público como privado. El exitoso programa de grandes concesiones de carreteras, puertos, aeropuertos, y un largo etcétera de infraestructura crítica para el desarrollo económico, le dio a Chile un impulso por sobre otras economías emergentes regionales".
"Esta es una señal para afianzar las relaciones entre el mundo privado y público, entendiendo que su vinculación puede crear alianzas virtuosas para la mejora en la calidad de vida de las personas en la región", analiza la académica Yasna Cortés.
A lo anterior, comenta que, "por ejemplo, en términos de empleo la alianza pública-privada se hace relevante para emparejar de mejor manera la oferta y demanda laboral, comprendiendo las necesidades de las empresas privadas por oficios específicos. Esto llevaría al sector público a diseñar mejores planes de formación para generar capital humano acorde a lo que las empresas locales necesitan".