Agencias
La Policía de Nicaragua ingresó a la fuerza al Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa y arrestó al obispo Rolando Álvarez, así como a siete de sus colaboradores, quienes se encontraban cercados y retenidos desde el 4 de agosto.
"¡Urgente!. En estos momentos la Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa", informó esa sede eclesiástica en sus redes sociales.
Álvarez, de 55 años, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, es acusado por la Policía Nacional de intentar "organizar grupos violentos", supuestamente "con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales", aunque de momento no han ofrecido pruebas.
"Preocúpense por llevar el traje de fiesta en el Reino de Dios", escribió Álvarez en Twitter, antes de ser capturado.
El jerarca, un crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega, fue detenido junto a los sacerdotes José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa de San Pedro.
También fueron detenidos Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; así como los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, el camarógrafo Sergio Cárdenas y el sacerdote Raúl González.
Iglesia de nicaragua
El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, vio "desmejorado" al obispo Rolando Álvarez horas después de su arresto durante la madrugada.
"Si bien su condición física esta desmejorada, su ánimo y espíritu están fuertes", afirmó la Arquidiócesis de Managua, que dirige el cardenal Brenes, en una declaración pública.
La Arquidiócesis de Managua explicó que Brenes "tuvo la oportunidad de visitar y conversar con monseñor Álvarez en su residencia familiar", donde se encuentra bajo "resguardo domiciliario" por la Policía Nacional, en la que pasmó "su estima fraterna en nombre de nuestra iglesia nicaragüense".
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) indicó en un mensaje que "esta madrugada la Policía asaltó con lujo de violencia la curia episcopal de la Diócesis de Matagalpa y se llevó secuestrado a Monseñor Rolando Álvarez y demás sacerdotes y laicos con rumbo desconocido".
Naciones unidas
El secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró "muy preocupado" por la redada llevada a cabo por las autoridades de Nicaragua contra la sede episcopal y las recientes acciones contra la Iglesia católica y organizaciones civiles y exigió al Gobierno la liberación de todas las personas detenidas de forma arbitraria.
A través de un vocero, Guterres reiteró su llamado al Ejecutivo de Daniel Ortega para que garantice "la protección de los derechos humanos de todos los ciudadanos, particularmente los derechos universales de asamblea pacífica, libertad de asociación, pensamiento, conciencia y religión".
"El secretario general está muy preocupado por la grave obstrucción al espacio democrático y cívico en Nicaragua y por las recientes acciones contra organizaciones de la sociedad civil, incluidas las de la Iglesia católica", dijo el portavoz Farhan Haq.
Según Haq, la operación de este viernes en el Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa no hace más que agravar estas preocupaciones.
En lo que va de año, el Gobierno ha expulsado del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, llevado a prisión a tres sacerdotes, cerrado ocho radioemisoras católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos. También, ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia y expulsado a 16 monjas misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.
Reacciones
La detención del obispo Álvarez ha provocado la reacción del mundo católica en diversos lugares del mundo. La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos expresó su solidaridad con el episcopado nicaragüense "al crecer las amenazas a la Iglesia católica en Nicaragua en medio de la crisis social y política local".
El cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, reclamó "una liberación inmediata del obispo de Matagalpa", Rolando Álvarez y sus acompañantes y denunció las "detenciones de sacerdotes" en el país centroamericano y los "obstáculos" que las fuerzas policiales ponen a los fieles para acceder a los templos.
Estas reacciones no han encontrado eco en el Vaticano, donde el Papa Francisco no se ha pronunciado sobre la situación del obispo Álvarez, a pesar de que ha sido convocado por distintos sacerdotes a hacerlo.
55 años tiene el obispo Álvarez, bachiller en Teología de la Pontificia Universidad Lateranense en Roma.