Bernardo O'Higgins está de pie
O'Higgins va a ser mostrado en nuestra ciudad desde muchos ángulos de su riquísima existencia. Es una empresa nueva la asumida por Boris Stoicheff y la Compañía de Teatro de la Universidad de Chile, para contribuir al fortalecimiento de la nacionalidad, por el ejemplo del héroe. Stoicheff ha partido de la obra de Fernando Debesa, pero ensanchándola y renovándola. Entendió, lúcidamente, que vivimos una hora en que los públicos necesitan mensajes que exalten sus mejores sentimientos, sostenidos en una acción que los atraiga e inquiete. Esta próxima presentación del "O´Higgins" de Debesa. "ilustrada" por canciones, compuestas por Rubén Cáceres, cumple con un fondo aleccionador, expuesto en forma dinámica, llena de matices y atracción.
La figura del prócer es múltiple. Siempre nos inquietaron sus manos, aquellas que pintara el Mulato Gil. Ahí, no aparecen en grandor de carne: son pulcras, finas; y estas manos cumplieron una vida plena, que pasó por las etapas fundamentales del hombre, partiendo del joven que pintaba a la acuarela y tocaba el piano, al agricultor, al guerrero y al gobernante-creador, al constructor del más hermoso de los trabajos: nuestra República. Con estas manos, O´Higgins no vaciló en sus empresas. Supo que de ellas caerían, con iguales ventajas, las fuerzas de la gracia y las firmezas del mando. Si fueron capaces de pintar los alrededores de Santiago, fundando nuestro paisajismo, también lo fueron para echar las simientes de su tierra y de nuestra tierra. Dieron el grano de trigo y el grano de la Libertad, con el mismo ímpetu y el fervor.
O Higgins puede discutirse. Debe soportar que se le discuta en su gloria. Pero ¿quién negaría en él las grandes bases de Patria que trazó y encaminó nuestra Marina, su rectitud en el cumplimiento de las funciones, su desinterés, probado con el riesgo y la hidalguía? Allí están el Hombre y el Chileno sobresalientes que alentaron en su corazón.
ebesa lo enseña en estos pasos que lo definieron en Padre de la Patria. Stoichiff lo acerca más aún a los chilenos, planteando, desde Antofagasta, esta especie de noble adoctrinamiento nacional de su hazaña.
¡Qué extraordinaria victoria sería para nuestra ciudad, que de sus actores y actrices saliese al país "este O'Higgins", redivivo y redimido! Confiamos en nuestras autoridades. Ellas querrán ofrecer a Chile esta buena sombra de Chilenidad.
Andrés Sabella, El Mercurio de Antofagasta, 15.07.75