La ley es igual para todos y se respeta
Esa fue la frase que más se repitió durante el desalojo de una toma de terrenos en la capital regional, que involucró a una militante del PS. No actuar del mismo modo que en decenas de veces se ha visto en los sectores recién mencionados habría sido una pésima señal. Sería comprobar que hay privilegios y que quienes tienen recursos y contactos pueden estar por sobre la ley.
La denominada Toma Vip, ubicada en el sector del Huáscar zona sur de Antofagasta, uno de los de más alta plusvalía, terminó la tarde noche del jueves con un desalojo que incluyó la utilización de maquinaria pesada y una custodia policial para evitar incidentes con los desalojados. Fue una mediática medida que no sólo buscó reponer el imperio del derecho ante la usurpación de un bien fiscal, también claramente fue un mensaje que el Gobierno no respaldará ninguna acción ilegal, venga de donde venga.
El hecho que tuvo una cobertura nacional se inició cuando se dio a conocer que un terreno fiscal había sido tomado por personas entre ellas una excandidata al Senado por el Partido Socialista (PS). Esa peculiaridad hacía pensar que lejos de buscar la restitución del sitio, todo quedaría en una tramitación interminable debido a la condición de los infractores.
No se trataba de gente de escasos recursos o extranjeros que infringían la ley como una acción extrema de contar con un espacio donde improvisar una modesta vivienda para hacer vida familiar. Las construcciones que fueron arrasadas por la maquinaria pesada eran de material sólido y de altísimo costo, lo que realmente era una burla para quienes están en el borde cerro o borde costero en precarias condiciones.
No actuar del mismo modo que en decenas de veces se ha visto en los sectores recién mencionados habría sido una pésima señal. Sería comprobar que hay privilegios y que quienes tienen recursos y contactos pueden estar por sobre la ley.
Por ello se actuó de manera rápida y sin contemplaciones. Sin olvidar que hubo otras cuatro notificaciones de lanzamiento y que no fueron oídas, lo que obligó al uso de la fuerza lo que fue latamente comentado.
Después de esto, lo que viene es que ante situaciones similares se actuará del mismo modo y con la misma celeridad. Todo quien infrinja la ley y se tome terrenos sin consentimientos quedará a expensas de un desalojo tranquilo o por la fuerza.
Los que quisieron vulnerar el sistema en el sector sur de la capital regional no deben tener la suficiente conciencia de quienes llegaron a ese extremo por verdaderas necesidades. Al intentarlo se rieron de aquellos que hoy sufren por no tener un lugar donde cobijarse y poder surgir como familia en condiciones precarias.