Crece tensión entre Estados Unidos y China por visita de Pelosi a Taiwán
CRISIS. Pekín anunció ejercicios militares con municiones reales a partir de mañana y también impuso sanciones económicas a la isla. Antes de partir a Seúl, la líder parlamentaria de EE.UU. prometió que su país "no abandonará" a Taiwán.
Estados Unidos insistió ayer en que no ve motivo para que China convierta la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, en "una crisis", aunque lo más probable es que se produzca una escalada de tensión con el gigante asiático.
Pelosi se fue de Taiwán en dirección a Corea del Sur después de un viaje de menos de 24 horas que desató la ira de Pekín, que tras concretar ayer 27 incursiones aéreas sobre el espacio de defensa de la isla, anunció el comienzo este jueves de maniobras militares con fuego real en zonas alrededor de ese territorio.
La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que "sabíamos que China se iba a comportar de esta manera, vamos a estar vigilantes, trataremos con lo que Pekín elija hacer".
En todo momento, la administración de Joe Biden ha buscado desvincularse de esta visita y ha subrayado que es una decisión personal de Pelosi, la responsable de mayor rango estadounidense que visita Taiwán en un cuarto de siglo.
El director ejecutivo del laboratorio de ideas Global Taiwan Institute, Russell Hsiao, dijo que aparentemente la Casa Blanca hizo todo lo que pudo para desaconsejar a Pelosi que fuera a Taiwán, a la luz de las desavenencias públicas y las declaraciones oficiales sobre la inquietud de las Fuerzas Armadas de EE.UU. sobre este viaje.
"Básicamente, esta es una decisión de la presidenta (de la Cámara Baja) y creo que el presidente Biden respetó el principio fundamental del sistema político de EE.UU., la separación de poderes", apuntó.
Sanciones y maniobras
El gigante asiático mostró su malestar de inmediato, con el anuncio de las maniobras militares y la imposición de sanciones económicas contra Taiwán.
El historiador especializado en Taiwán James Lin, profesor de la Universidad de Washington, auguró que es posible que las represalias de Pekín continúen en las próximos días y semanas, ya que no ha hecho más que incrementar "sus dotes teatrales nacionalistas".
Aun así, Lin señaló que "es posible" que China solo aplique el castigo a Taiwán y no contra Estados Unidos.
El experto en Asia Thomas Shattuck, del centro de pensamiento Foreign Policy Research Institute, manifestó seguro al "100%" de que va a haber una escalada de tensión entre las dos grandes potencias, que va a hacer que la región del Indopacífico sea más "inestable".
En su opinión, las maniobras militares que China anunció son "una medida muy provocadora: van a probar municiones de fuego real y misiles en áreas en las que pueden pasar civiles, o barcos civiles o contenedores".
Esos ejercicios, agregó, significan que habrá embarcaciones que tendrán que ser desviadas para evitar el estrecho de Taiwán, porque no se sabe lo que va a pasar. "Existe la posibilidad de que ocurra un accidente y si ocurre, o alguien malinterpreta un movimiento o acción se seguirá subiendo en la escalada", reflexionó.
Por lo pronto, EE.UU. tiene varios buques de guerra en la zona del Grupo de Combate del Portaaviones Ronald Reagan y el barco anfibio USS Tripoli. Dicho grupo incluye además el destructor USS Higgins y los cruceros con misiles guiados USS Antietam y USS Chancellorsville.
"no los abandonaremos"
Pese a que era previsible un aumento de la tensión, la propia Pelosi sostuvo en un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post que su visita sirve para "apoyar" la democracia de la isla ante las "amenazas" que sufre por parte de China.
Antes de partir rumbo a Seúl, Pelosi se reunió con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y proclamó que Estados Unidos "no abandonará a Taiwán", isla que describió como un "ejemplo" para el mundo.
La funcionaria aseguró que la "solidaridad estadounidense con Taiwán es crucial" y que la determinación de su país por "proteger la democracia taiwanesa y en el resto del mundo" permanece "inalterada".
Por su parte, la presidenta taiwanesa, que condecoró a Pelosi con la Orden de las Nubes Propicias por su "apoyo" al territorio, mostró su esperanza de que Taiwán y EE.UU. "continúen su apoyo mutuo" para hacer que "la democracia brille de nuevo", a la vez que agradeció a Pelosi sus "acciones concretas de apoyo a Taiwán en un momento crítico".
El Acta de Relaciones de Taiwán de 1979 no garantiza que Estados Unidos vaya a intervenir militarmente si la República Popular China ataca a la isla, pero tampoco lo descarta.
China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.