Bordea la quiebra: Las razones del mal momento económico del club
DETALLES. Durante el fin de semana pasado, el presidente de Cobreloa, Fernando Ramírez recalcó la crisis económica que vive la institución. Los funcionarios llevan un mes de retraso en sueldos.
La alarma la dio la testera de "Los Zorros" hace un mes en El Mercurio de Calama intentando generar revuelo en la comunidad pero no hay mejoras. Por eso, la reacción de alguna parte del entorno de Cobreloa parece tardía, aunque ciertamente la afirmación de estar "al borde de la quiebra" que realizó el presidente del club, Fernando Ramírez en una nota con TVN es la que desató el miedo por parte de los hinchas y el comidillo mediático respecto de un tema que se viene generando desde principios de año.
Ramírez reconoce que "no es que queramos sembrar el pánico sino una reacción. Le estamos tratando de hacer frente al tema pero no hemos tenido la respuesta deseada y la situación sigue igual", eso en relación a los datos entregados a este mismo medio en junio, donde aceptaban un déficit mensual de 90 millones de pesos que lleva en caída libre a las arcas naranjas, el que podría llegar a los mil millones de pesos de acá a final de año.
Lamentablemente, hay implicancias directas. Los funcionarios del club estaban esperando la recaudación del pasado duelo entre Cobreloa y Rangers para poder cobrar su mes de sueldo correspondiente a junio. Hay cuentas vencidas, preocupación y estrés interno por no saber llegar a fin de mes y todo ingreso finalmente se invierte en solventar ese primer equipo que se mantiene en la lucha por el campeonato del Ascenso 2022.
¿Dónde se genera el gasto excesivo? La planilla de los mineros alcanza un costo mensual cercano a los 150 millones de pesos y a eso hay que generarle los gastos de operación en viajes y hoteles. Sólo allí, el club ya genera números rojos, sin siquiera pensar en los aportes que tienen que ir a las divisiones menores, pagos de mantenciones en su recinto deportivo, funcionamiento de la casa de cadetes y sueldos de funcionarios.
Si bien hay empresas que han comprometido recursos únicamente para las series menores y fútbol femenino, es el club quien reordena los montos para ir sacando dinero de un lado y así apagar incendios. Y allí está la principal explicación del desorden financiero. En términos simples, el club genera menos recursos frescos del que compromete y su estrategia de mayor captación de socios o colectas de hinchas no está dando resultados.
Aportes
Así como la apuesta de tener un plantel caro era riesgosa, la de afrontar el costo total del proyecto a cuenta de los fanáticos resulta hoy mucho más improbable. Ramírez explica que "el techo de esta directiva siempre fue el de llegar a los 10 mil socios activos", apelando al modelo de funcionamiento de clubes en Argentina o Brasil, que prácticamente se solventan con al aporte mensual de los abonados en distintas categorías, con diversa opción de beneficios.
En Calama la idea está a contratiempo y recién con la creación de la "Tienda Naranja" durante este mes se agilizó el proceso de captación y puesta al día de los socios, así como se facilitó el acceso para quienes quieran hacer aportes voluntarios, una campaña que apenas juntó cerca de 18 millones de pesos anteriormente, una cifra irrisoria para hacerle frente a las deudas totales.
Ramírez asume que la presión mediática no ayuda mucho porque no se explica el interés real de algunos aportes que quieren llegar por fuera ni sus implicancias reales. Esto luego de que se asegurara que había un empresario dispuesto a asumir por su cuenta el pago de un refuerzo argentino -Cristián Insaurralde- por el resto de la temporada.
"Nosotros tenemos que cuidar el fairplay financiero porque siguen siendo sueldos que incrementan el total de dineros que debemos rendir", dice el timonel loíno.
Y allí entonces surge el otro inconveniente. Los empresarios interesados en donar recursos para jugadores tienen el temor de que los dineros se utilicen en otros fondos y ponen como requisito el destinarlos para aumentar la planilla. Por otro lado, la directiva entiende que hay "fuerzas de poder" queriendo entrar a la interna con dinero en mano. Pero más que nada, Cobreloa sufre sabiendo que además del déficit mayor, hoy tiene cerca de 600 millones en contra en el ítem fairplay financiero, porque el valor del primer equipo sigue siendo el mismo a fin de mes y al aumentarlo, esas cifras oscuras seguirán alterándose en negativo. ¿En síntesis? Traer más jugadores, sea quien sea que lo pague, agranda la falta.
Las soluciones pasan por ingresos directos, sean a partir de nuevos socios, de recaudaciones en partidos importantes -se apostará por aumentar el aforo en el duelo ante Magallanes del próximo viernes 5 de agosto- o de auspicios que lleguen directamente a apalear "el fantasma" de la quiebra y lancen un salvavidas de urgencia. Pero el escenario es gris...
Plantel
Quien salió a reconocer que ya están al tanto de la situación económica de su empleador fue el capitán de "Los Zorros". Rodolfo González, a nombre de la plantilla.
"Sabíamos que la situación es complicada pero no sé si es el mejor momento para hablar de quiebra porque eso sin duda que genera incertidumbre dentro del grupo. Lo único que nosotros podemos hacer como plantel es tratar de seguir manteniéndonos en la pelea por el campeonato porque con eso ayudamos a que el entusiasmo se mantenga y puedan llegar más aportes", dijo.
Sin embargo, en el grupo saben que con el cierre del mercado de invierno, no habrá recortes de plantilla ni de planilla y gracias a un convenio entre Sifup y ANFP, sus remuneraciones están aseguradas.
90 millones de pesos mensuales mantiene el club como déficit que se suma y está llevando a Cobreloa al borde de la quiebra.
1 mes de retraso en los sueldos tienen los funcionarios del club, algo que se arrastra desde los primeros meses de gestión del 2022.