Avances en los ejes integradores
Cada vez más cercana está la posibilidad que el corredor bioceánico esté en condiciones de operar para beneficio de Chile y los países involucrados. La carga extranjera dará dinamismo a los puertos chilenos, en el trayecto habrá que contar con una cadena de servicios y de abastecimiento para la que se debe estar preparado.
Todos coinciden en el positivo impacto que tiene y tendrá a futuro el corredor bioceánico que promueve el intercambio comercial entre Chile, Argentina, Paraguay y Brasil. En particular, está el tema de los volúmenes de carga que pueden llegar desde centros argentinos, paraguayos y brasileños a los puertos chilenos en busca de una salida rápida hacia los mercados de Asia.
Por ello contar con la infraestructura vial en los estándares requerido es una de las prioridades que se plantea hace décadas, pero que ha costado que avance debido al alto costo y a las prioridades de los gobiernos centrales de los países vecinos. Situación que en el último tiempo ha cambiado y hace abrigar esperanzas en que en un plazo mediato el esperado corredor empiece a funcionar en los niveles esperados.
Si bien, la carga extranjera dará dinamismo a los puertos chilenos, en el trayecto habrá que contar con una cadena de servicios y de abastecimiento para la que también se debe estar preparado. Esta cadena es otra de las aristas que otorgan a esta ambición integradora una visión mucho más completa.
Es que no sólo las ciudades puertos se verán favorecidas, habrá otras comunas que podrán convertirse en generadoras de los servicios que se requieran en el extenso trayecto hacia el Pacífico.
Todo lo planteado está en los informes de quienes llevan décadas promoviendo esta opción y algunos están lejos de la disputa pequeña, porque aseguran que los volúmenes que se moverán alcanzarán no sólo para la Región de Antofagasta, también para otras como Iquique que hoy recibe una gran cantidad de intercambio con Paraguay gracias a la Zona Franca.
Entonces, mientras más se avance en conectividad más preparados debemos estar para resolver las necesidades de los transportistas. Y allí las autoridades regionales y comunales tienen que actuar con una visión de futuro y apelar a que los esfuerzos de hoy tendrán sus dividendos a futuro.
Lo que no puede existir es pasividad o inacción, se tienen que dar todos los pasos aperturar las condiciones y centrar las expectativas conforme a los avances presentados.
El corredor bioceánico es una gran oportunidad y debemos estar a la altura para poder actuar conforme a lo requerido.