"Crímenes del futuro": el regreso de Cronenberg
La película que espantó al público en Cannes llegó a salas chilenas y próximamente aterrizará en la programación de Mubi. Una pesadilla distópica que vuelve a reflexionar sobre el deseo y el cuerpo.
La sociedad del espectáculo, el estado del arte, los límites del cuerpo, las formas de erotismo, los alcances de la ciencia. Todo eso y más está en "Crímenes del futuro", la nueva película del director canadiense David Cronenberg que, según la prensa en la pasada edición de Cannes, hizo salir a unos quince espectadores de la sala por su contenido explícito.
Si no se tratara de un cineasta dotado de inquietudes existenciales y mirada propia, la polémica sería un vacío intento por epatar a la burguesía. Cronenberg es, sin embargo, un creador que ha sostenido siempre las mismas ideas en un envoltorio tan estilizado como impactante.
El 28º largometraje de su filmografía es una extensión natural de temas explotados anteriormente. "Crímenes del futuro", actualmente en cartelera y a fin de mes en Mubi, dialoga perfectamente con obras anteriores como "Videodrome", "Crash" o "El almuerzo desnudo", su personalísima adaptación de la novela de William Burroughs.
El filme comienza con un niño a la orilla del mar. En la próxima escena lo veremos comiendo un basurero de plástico sentado en un baño. Luego, será asesinado por una mujer que podría ser su madre.
De ese inicio críptico, que pronto irá cobrando sentido, saltaremos a Saul (Viggo Mortensen), artista de vanguardia que mantiene una relación con una misteriosa joven llamada Caprice (Léa Seydoux). Ella también oficia como su compañera de performance. El show es raro, por decir lo menos. Se trata de cirugías públicas en las que los órganos de Saul son removidos para ser exhibidos ante el fervor de la audiencia. En estas escenas, como es de esperar, Cronenberg mezcla la truculencia quirúrgica con el erotismo. Es la carne y la tecnología, la sumisión y el control, el placer y el dolor.
La performance de Saul es posible porque padece una extraña condición conocida como Síndrome de Evolución Acelerada que hace que su cuerpo produzca nuevos órganos con rapidez. Esto alerta a un equipo de investigación del Registro Nacional de Órganos, especialmente a Timlin (Kristen Stewart), quien se siente atraída por el personaje de Mortensen.
"Crímenes del futuro" es algo críptica (Seydoux no entendió el guion, según confesó) y visceral, pero es una película que no podría haber sido dirigida por otro que no sea David Cronenberg, gran retratista de futuros distópicos y personajes deshumanizados que buscan un sentido en medio del abismo. Una serie de asuntos relevantes que el director ofrece en las formas de una suerte de fábula clase B.
las crudas imágenes que contiene "Crímenes del futuro" hicieron salir de la sala a varios espectadores en cannes.
En resumen
Esta es la 28ª cinta del canadiense de 79 años de edad.
Por Andrés Nazarala R.
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