El aumento de 25% en el precio del pescado preocupa a la FAO
INFORME SOFIA 2022. Valor seguirá en alza por lo menos hasta 2030, afectando a la mitad de la población mundial, que no tiene acceso a una dieta saludable.
E l precio del pescado aumentó 25% a nivel mundial entre diciembre de 2021 y abril pasado, una tendencia que se extiende a todo el sistema alimentario, pero que resulta "muy preocupante" para la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
"Estamos muy preocupados con esto", admitió el director de Pesca y Acuicultura de la FAO, Manuel Barange, durante la presentación del informe SOFIA 2022 en la Conferencia de los Océanos de la ONU que se realiza en Lisboa y en la cual participa Chile.
Este aumento del precio del pescado está afectando a todo el sistema alimentario, pero la FAO reconoció que pone "presión sobre los consumidores en todo el mundo".
"Es muy importante para nosotros no solo producir de forma sostenible y equitativa, sino de forma asequible", defendió Barange y recordó que 3.000 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, no se pueden permitir una dieta sana, y hay claras evidencias de que la comida acuática es una parte importante de ella, por lo que hay que "asegurar que la producción es asequible para todos".
Para ello es necesario desarrollar una acuicultura a un costo "menor", con necesidades de producción "menos intensas", dijo el responsable de la FAO, que descartó que el aumento del precio pueda llevar a más sobrepesca o pesca ilegal.
"Si la gestión es buena, no pone presión en los recursos", afirmó y puso ejemplos: en Estados Unidos el 92% de las poblaciones está bajo gestión sostenible; en Nueva Zelanda y Australia, el 85% y el 86%, respectivamente. "Tenemos que asegurar que gestionamos los recursos de forma sostenible y entonces no importarán los efectos externos", insistió.
El informe SOFIA 2022 destaca que el crecimiento de la acuicultura llevó a máximos históricos a la producción pesquera y acuícola, y por ello es cada vez más decisiva para garantizar la seguridad alimentaria y acabar con el hambre.
También indica que "el comercio de productos acuáticos seguirá aumentando, pero a un ritmo más lento que en el decenio anterior, reflejando así la ralentización del crecimiento de la producción, el aumento de los precios que limita la demanda y el consumo generales, y una mayor demanda nacional en algunos de los principales países productores y exportadores como, por ejemplo, China", mayor productor 2020, seguido de Perú, Indonesia, Rusia, EE.UU. y Vietnam.
Advierte, por lo mismo, que "se estima que los precios de los productos acuáticos comercializados a nivel internacional aumentarán un 33% en términos nominales en 2030. Este incremento estará impulsado por la mejora de los ingresos, el crecimiento de la población, una fuerte demanda, la reducción de la oferta y el aumento de la presión de los costos de producción de insumos como los piensos, la energía y el aceite de pescado".
Chile en el informe
Las menciones a nuestro país aparecen en el sumario ejecutivo, donde se señala que todas las regiones, excepto África, tuvieron "un crecimiento continuo de la acuicultura en 2020, impulsado por la expansión en Chile, China y Noruega, los principales productores en sus respectivas regiones".
El mismo año, nuestro país aparece entre los 10 principales exportadores de productos acuáticos por valor, cuarto tras China, Noruega y Vietnam.
Otras cifras clave del informe son que la producción total mundial de animales acuáticos y algas es de 214 millones de toneladas, la pesca de captura marina 78,8 millones de toneladas, la pesca de captura de agua dulce 11,5 millones de toneladas, y la producción animal acuícola 87,5 millones de toneladas (nuevo récord).
El total para consumo humano (excluidas las algas) fue de 157 millones de toneladas, el valor del comercio internacional de productos pesqueros y acuícolas, de 151.000 millones de dólares, los trabajadores del sector primario son 58,5 millones (21% mujeres); los buques pesqueros son 4,1 millones y los países asiáticos fueron la fuente del 70% de la producción mundial en 2020.