Del Toro apuesta por un Pinocho "desobediente"
CINE. "Creo que para ser quien eres no tienes que traicionar tu naturaleza", dijo el también realizador de "La forma del agua".
El director mexicano Guillermo del Toro apostó por una versión contestataria y desobediente de "Pinocchio", en su nueva película de animación acerca de este personaje clásico, la cual será estrenada durante diciembre de este año.
"Me interesaba mucho que no fuera a favor de las buenas costumbres y la estructura de la mayoría de los 'pinochos', que si eres desobediente es malo, este (personaje apuesta a) que es bueno ser desobediente y no seguir órdenes, yo no creo en esa transformación, creo que para ser quien eres no tienes que traicionar tu naturaleza", señaló el director cinematográfico.
Del Toro, ganador del Oscar a mejor director en 2018 por su multipremiada película "La forma del agua", tuvo una charla en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, que terminó ayer en la ciudad mexicana.
El realizador dio detalles del filme que se rodó en Estados Unidos y México y aseguró que su nueva cinta "no podría ser más personal" y le importaba tocar temas como el amor, la muerte y lo que significa ser humano.
"Lo que me importa es si me conmueve, si me hace reír, si me hacer llorar, si lo entiendo; no podría ser más personal la película, evidentemente tiene que ver con la vida, la muerte, el amor, (acerca de) qué es comportarse como un títere, y qué es comportarse como un ser humano", enfatizó el también director de "El laberinto del fauno".
Stop motion
El filme es un musical animado en la técnica del stop motion, situado en la Italia de Mussolini, a partir del cuento clásico de Carlo Collodi, y fue dirigido por Del Toro y el estadounidense Mark Gustafson ("El fantástico Mr. Fox").
Del Toro contó que le llevó 15 años concretar este proyecto que es un regreso a sus orígenes en el cine, cuando realizaba cortos de animación en plastilina en formato Super 8 junto con su amigo Rigoberto Mora.
El largometraje involucró a 20 animadores y más de 60 sets, una parte de ellos en Guadalajara, ciudad natal de Del Toro y donde fundó "El taller del Chucho", un espacio de producción para impulsar a talentos locales mediante proyectos internacionales en stop motion.
"Es más complicado para nosotros haber filmado en Guadalajara pero valió la pena para mí, porque el amor que tengo por la animación no es una cosa pasajera, fue mi primer amor el Super 8 y es defender el origen de lo que yo creía que era el cine y para mí ha sido un regreso muy largo, desde hace 14 años me planteé una idea que ya logré hacer", detalló.