Día del padre
"En la revelación de nuestro Señor Jesus, hallamos a un Padre Dios, amante, benigno, justo y santo".
Hoy celebramos a los padres en su día. Merecido homenaje para quienes nos guiaron y enseñaron cosas de la vida, para aquellos padres que fueron soporte en momentos de dolor o crisis, y muy merecido para todos aquellos que nos enseñaron -con su ejemplo- a ser mejores personas. No mencionare a aquellos que no supieron ser buenos padres.
En la Biblia hallamos innumerables ejemplos de buenos padres, quienes traspasaron bendición a sus descendientes. Desde Adán, hasta la imagen del Padre Dios que nos revela nuestro Señor Jesucristo (San Juan 1:18) Quisiera enumerar algunas buenas cualidades de estos padres, a ver si nos desafiamos y tratamos de imitarlos: Adán, amó hasta lo sumo a su amada Eva, y acepto el justo castigo de Dios, no renegó y seguro enseñó a sus hijos a temer a Dios y a honrarlo, ya que posteriormente encontramos a Caín y Abel llevando holocaustos de gratitud a Dios. Entonces, acerquemos nuestros niños a Dios, es lo mejor que podemos hacer por ellos. Al leer la genealogía del capítulo 5 del Génesis, hallamos muchos padres que siguieron la línea de enseñanza de Dios y si hacemos el ejercicio de superponer sus edades, hallamos que Noé, recibió de sus antepasados, toda la enseñanza que lo acerco a Dios y gracias a ello pudo salvar su vida y su familia. A partir del capítulo 12 del Génesis hallamos la vida del gran patriarca Abraham, quien pese a sus limitaciones humanas (que todos tenemos) supo oír, atender y seguir las instrucciones de Dios para su vida y así llego a ser padre de millares (Génesis 12:1-4) El corazón de todo buen padre siempre tratará de heredar bendición a sus descendientes.
En la revelación de nuestro Señor Jesus, hallamos a un Padre Dios, amante, benigno, justo y santo, por mencionar solo algunos de sus atributos. Decimos amante, por la maravillosa imagen del padre del Hijo Prodigo, que nunca se cansa de esperar al hijo descarriado y que ama sin condiciones. Benigno, porque busca el bien de su creación, desea bendecir a toda la humanidad y solo pide atender a sus mandamientos (Deuteronomio 28:1-14). Decimos justo porque hará de cada uno de nosotros, lo que nosotros hicimos con o por los demás (San Mateo 25: 31-46) Y decimos santo, porque es su esencia, y así lo demanda de sus seguidores (Levítico 19:20; San Juan 17:17-19; Hebreos 12:14) Si tratáramos de imitar estas virtudes, seriamos mejores padres.
Y una imagen bíblica que me bendice mucho es la de Timoteo, quien parece fue criado por su madre y su abuela. No se menciona su padre, solo se sabe que era griego. Pero quiero decirles a esos padres ausentes que cuando falta su presencia en casa, Dios levanta mujeres de bendición para sus hijos. Y con la ayuda de Dios, muchas mujeres sacan adelante a sus hijos. Hoy las honramos también. Dios bendiga a los buenos padres en su día.
Jesús Aranda Valverde,
Pastor evangélico