Patrimonio, más que solo un día
Se debe generar más conciencia patrimonial, de modo que la ciudadanía se involucre con el cuidado de lo nuestro. Es importante comprender el real sentido de la festividad y, sobre todo, los 365 días del año. En esa línea, se debe generar más conciencia patrimonial, de modo que la ciudadanía se involucre con el cuidado.
El Día de los Patrimonios, como se denomina ahora, es una oportunidad para reflexionar sobre el real valor que le entregamos a nuestra historia, al inconmensurable aporte material e inmaterial que han realizado las generaciones pretéritas y, qué duda cabe, ha permitido la construcción del Chile actual.
La celebración se instauró en abril de 1999 con el objetivo de promover el conocimiento y la reflexión ciudadana sobre nuestro patrimonio. Desde ese año las actividades se desarrollaron el último domingo de mayo, sin embargo, en 2018 se extendió a dos días para facilitar el acceso de la ciudadanía a cada una de las exposiciones y actividades.
Durante el fin de semana que pasó en la región se programaron decenas de panoramas para disfrutar en familia. Desde recorridos por los tradicionales edificios del sector centro, exposiciones y recorrido al campamentos de Chuquicamatade, hasta visitas por los museos y sitios históricos que se extienden por buena parte del territorio.
A ello se sumaron presentaciones artísticas y culturales que afortunadamente se comienzan a retomar tras dos duros años de pandemia.
Sin embargo, más que la extensión de la celebración o la modificación en su nombre, es importante comprender el real sentido de la festividad y, sobre todo, prolongarlo durante los 365 días del año. En esa línea, se debe generar más conciencia patrimonial, de modo que la ciudadanía se involucre con el cuidado y la protección de su patrimonio.
Lamentablemente, en nuestra región se dan muestras en sentido opuesto y año a año es posible ver como el deterioro y el poco cuidado de autoridades y vecinos termina por evidenciar el desgaste de muchos de estos sitios.
Como en muchos otros ámbitos, junto a los discursos se requiere ir avanzando en acciones concretas, tales como las que efectivamente han dado vida al patrimonio. Es contradictorio, entonces, que se eleven las voces para destacar la historia que guardan edificios regionales, ex salitrera como Chacabuco o el ya mencionado campamento de Chuquicamata. Cabe destacar que ayer se realizó en el Parque El Loa de Calama la ceremonia oficial regional en donde se rindió un homenaje póstumo a los reconocidos cultores Alejandro González González "El Pije" y Elena Tito Tito, quienes fueron destacados el año 2011 y 2015 respectivamente, como Tesoro Humanos Vivos.
La historia es identidad y también una enorme oportunidad para el futuro.