"El desafío es lograr, como sociedad, elevar el nivel de discusión en un contexto de transformaciones sociales"
Mientras algunos de sus colegas se instalaron en las capitales provinciales para trabajar en las comisiones finales de la Convención, el vicepresidente del organismo constitucional, Gaspar Domínguez, integró la comitiva que visitó la provincia de Antofagasta, presentando el borrador de Carta Magna que escribió el pleno, y que deberá ser plebiscitado el 4 de septiembre.
"Hay muchas opiniones o comentarios sobre la Convención o el proceso en general, pero mucho desconocimiento sobre las normas contenidas en el borrador", señala Domínguez, haciendo un balance de lo que fue su despliegue por las localidades regionales.
En retrospectiva, el convencional comenta que "creo que ha sido un trabajo muy complejo, y con muchas dificultades. Por varias razones, primero las transformaciones sociales, profundas, como las que se están proponiendo en este proceso constituyente, por su naturaleza generan diferencias, generan inquietudes también, porque son transformaciones profundas de un modelo, y de una forma de comprender los derechos sociales, pasando de un Estado centralizado a uno regional".
¿Cómo ha visto la recepción de la gente ante este borrador en su visita?
-El principal elemento que he visto cuando hemos salido a conversar sobre el borrador, es que hay muchas opiniones o comentarios sobre la Convención o el proceso en general, pero mucho desconocimiento sobre las normas contenidas en el borrador. Incluso muchas personas que muestran conocimiento de cosas que no están contenidas en el borrador.
¿Faltó socializar más el trabajo durante el periodo de deliberación de normas?
-Yo creo que el problema de conocimiento sobre los aspectos políticos es un problema más bien universal. La desafección de las personas con la vida política, o la falta de conocimiento en política y en educación cívica, es un problema transversal. Y no estoy seguro si el hecho de haber estado socializando más durante la discusión hubiera podido revertir eso. De hecho, la mitad de los chilenos ni siquiera ha votado en las últimas elecciones. La gente, en general, está más preocupada de sus problemas de subsistencia que de la discusión de los contenidos políticos. Más bien, el desafío es lograr, como sociedad, elevar el nivel de discusión en un contexto de transformaciones sociales, que permita poner la verdad por delante, y en base a los hechos reales, poder discutir.
Trabajo territorial
¿Qué se viene ahora para quienes no están en comisiones finales?
-Lo que está establecido en el reglamento es que estos convencionales tienen que hacer trabajo territorial. Cuando nosotros tuvimos los primeros meses de la Convención, y hasta enero, cada convencional administraba el tiempo como a ellos le parecía, haciendo trabajo territorial sin que hubiera actividades organizadas por la Convención. En esta parte del proceso, cada convencional debe hacer trabajo territorial tal como en las semanas territoriales que tuvimos en la primera parte del proceso.
¿Estaría de acuerdo con aplicar los cambios de inmediato, o tiene que ser más gradual?
-La respuesta es depende. Algunas cuestiones deben empezar a funcionar lo antes posible. Por ejemplo, el derecho a la libertad de expresión de la manera en que está contenido en la Constitución. O, por ejemplo, la libertad ambulatoria u otros derechos civiles y políticos. Yo creo que no hay razón para postergar su puesta en vigencia. Las condiciones al derecho al sufragio, por ejemplo, yo creo que debieran empezar a correr desde la próxima elección.
Pero las transformaciones en que se eligen a algunas autoridades, o la implementación del Estado Regional con las transformaciones en salud, son materias que van a tardar varios años en instalarse. Nosotros en este momento estamos llevando adelante la discusión sobre las normas transitorias, es una discusión que apenas lleva dos días. Y en esta discusión hemos solicitado a organismos técnicos que nos puedan colaborar con informes presupuestarios y técnicos, que permitan que la definición sobre la transformación sea acorde a la realidad. En ese sentido, es necesario tener los elementos técnicos sobre la mesa para poder permitir una transición que sea realista y sobre todo responsable.
Y en el caso de la salud pública, ¿cuánto tardaría este nuevo sistema que proponen?
-El caso de salud es un buen ejemplo, porque la principal transformación que va a haber es que las cotizaciones de salud obligatorias deberán mancomunarse, o juntarse. Esta mancomunación ha sido recomendada por la Universidad de Chile, la Universidad Católica, la Organización Mundial de la Salud, y el Banco Interamericano de Desarrollo. Estas cotizaciones que se mancomunan deben ser progresivas, y probablemente el plazo de implementación sean varios años. Hay ejemplos internacionales, como Corea del Sur, en que ellos tardaron más de 10 años desde que empezaron hasta que terminaron el proceso. No estoy seguro de cuánto va a ser el tiempo razonable en que lo hagamos en Chile, pero van a ser varios años.
Separar
¿Deberían los convencionales inhabilitarse para las próximas elecciones? Fue un debate que surgió en Normas transitorias.
-La Constitución actual, vigente, en su último capítulo sobre modificación constitucional, establece que los convencionales no podrán presentarse a elecciones a cargos de elección popular un año después de finalizado el proceso. Esa es la norma vigente, la norma actual, y la verdad no veo razón para pensar en algo distinto.
¿Cómo explica la baja de confianza hacia la Convención por la ciudadanía?
-Creo que la ciudadanía, en esta etapa, debe separar: por un lado, las normas contenidas en el borrador de la nueva Constitución, y el efecto que tendrá en sus vidas esta Constitución en caso de ser aprobada; de los hechos que han ocurrido durante el proceso constituyente entre los convencionales.
"Las transformaciones en que se eligen a algunas autoridades, o la implementación del Estado Regional con las transformaciones en salud, son materias que van a tardar varios años en instalarse".