Rodrigo Ramos B.
La hija de la señora Margot Cortés, despierta, de lunes a viernes, a las 5 de la madrugada, para abordar el bus municipal de las 6.20 horas. El vehículo la traslada desde Baquedano a Antofagasta. Una vez que arriba a Antofagasta, a alrededor de las 7.20 horas, la joven debe "hacer hora" en la calle, hasta las 8.30 horas, cuando tiene su primera clase en el instituto donde estudia.
Por la tarde la situación es similar. Los alumnos (de educación media y superior) deben llegar al sector conocido como "subagencia", en la calle Paraguay.
"Por la tarde, hay niños y niñas que no alcanzan el bus (de la municipalidad) de las 16 horas. Ellos deben esperar hasta las 19 horas, para poder venirse. Hay buena disposición del bus municipal para esperarlos. Aquí estamos agradecidos de este servicio. Si no alcanzan a irse en el bus municipal, los estudiantes deben abordar un bus interprovincial y es ahí cuando comienzan los problemas porque cobran hasta cinco mil pesos por pasaje, aunque todo depende de la voluntad chofer. La mayoría no quiere traerlos", dijo.
Sostuvo que lamentablemente los menores siempre han tenido que pasar por esta situación, excepto el período de pandemia donde estudiaron en casa. "Nosotros como papás y mamás, tenemos un grupo de WhatsApp, donde nos apoyamos en algún caso que un estudiante se atrase. Lo mismo con los niños; ellos saben lo importante que es el celular cuando se estudia afuera. Es una preocupación constante lo que sucede con ellos. Ya asaltaron a un niño. Le quitaron el celular y quedó incomunicado. Imagínese la desesperación de los padres", aseveró Margot Cortés.
Buses
Desde la Municipalidad de Sierra Gorda precisaron que los traslados, de lunes a viernes, se llevan a cabo en tres buses. Uno se ocupa en el traslado de estudiantes que bajan a Antofagasta. El segundo sube desde la localidad de Baquedano hasta Sierra Gorda, y un tercero va desde Sierra Gorda hacia Calama. En total son 90 alumnos trasladados contando ambas localidades. "Es un gran esfuerzo que está haciendo el municipio con los buses. Aquí hay evidentes problemas de conectividad entre Baquedano y Sierra Gorda. El tráfico de vehículos de carga también provoca que los traslados sean más lentos. El gran dilema son las empresas externas que no tiene un horario definido; además que no siempre se desvían desde la vía concesionada hasta la comuna. Esto queda a criterio del conductor. La situación es tan informal que hasta varían el valor de los pasajes. A veces cobran tres mil pesos y en otras, cinco mil pesos. Eso afecta al bolsillo de los padres. La alcaldesa, Deborah Paredes, se comprometió dar abasto en el traslado a la mayoría de los estudiantes", afirmaron desde e el municipio.
En este sentido, el concejal Mauricio Campillay afirmó que los buses interurbanos no quieren entrar a la localidad de Baquedano, por ejemplo. "Las personas que deben viajar a Antofagasta, en ocasiones tienen que prácticamente hacer dedo en la carretera con el peligro que significa, porque los buses no quieren llevarlos. Algunos vecinos podemos trasladarnos en nuestros vehículos, pero qué pasa con la vecina que tiene hora en el hospital, a las 8 de la mañana. Ella debe levantarse a las 5 de la mañana, y buscar la manera de llegar", indicó.
Bencina
Campillay sostuvo que la comuna de Sierra Gorda es la con más recursos per cápita del país por efecto de la minería, y esto no se condice con la calidad de vida de sus habitantes. "La carretera concesionada es de muy mala calidad. En un sector hasta hay un hundimiento y hasta la fecha esto continúa de esa manera, sin ninguna fiscalización. El caso más extraordinario es que los vecinos de Baquedano, para echar combustible, tienen que recorrer 27 kilómetros hasta el servicentro. Para entrar al servicentro deben cancelar un peaje de $2.550 pesos, y otro de vuelta. Hay una evidente maltrato de las autoridades hacia nosotros", aseveró.