Agencias /Redacción
Una invitación a reflexionar sobre la difusa frontera entre el ser humano y la máquina, propone la más grande exposición de robots del planeta celebrada en Japón. Un viaje al presente y al devenir del futuro compartido con androides, exoesqueletos mecánicos y entidades virtuales.
Denominada "You and Robots-What is it to be Human?" (Tú y los robots-¿Qué es ser humano?), la exposición en el Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovación (Miraikan) de Tokio, "no busca sólo mostrar muchos robots, sino hacer reflexionar sobre el cuerpo, la mente y la vida del ser humano a través de los robots", dijo Yukie Sonoyama, del Departamento de comunicación científica del centro.
La muestra aborda a lo largo de tres zonas el origen y evolución de los robots hasta nuestros días, el significado de qué supone ser humano y la frontera difusa a veces entre hombre y máquina.
Desfile de robots
El evento exhibirá, hasta el 31 de agosto, un total de 130 robots de 90 tipos, procedentes de más de 50 instituciones y universidades del país.
Entre ellos hay desde icónicos androides como ASIMO o Pepper, hasta dispositivos zoomorfos como el perro Aibo o la foca peluche Paro, con más de 20 años de historia.
Cabe destacar que un tercio de los robots en exhibición son interactivos, por lo que se pueden tocar y hablar con ellos, como en el caso del robot afectivo Lovot o el conversacional RoBoHon.
Asimismo, hay una parte dedicada a la aplicación de la robótica en el sector médico, prótesis o industrial.
Entre las muchas curiosidades de la muestra se encuentra un modelo de Posy, el robot que debutó cinematográficamente en "Perdidos en Tokio" (2003), de Sofía Coppola y, pese a que su escena junto a la protagonista, Scarlett Johansson, fue eliminada de la edición final, las imágenes pueden verse hoy en día gracias a internet.
Frontera
Además de los androides o robots humanoides, que son los que más semejanza morfológica tienen con los seres humanos, muchos otros fueron creados para expandir el potencial de las actividades humanas.
Los brazos industriales por ejemplo, han permitido acelerar e incrementar la producción en fábricas.
Otros son los dispositivos que permiten aumentar la propia fuerza para cargar pellets o personas sin lesionarse, que están más generalizados; y las prótesis y exoesqueletos mecánicos para suplir extremidades o cuerpos sin movilidad son cada vez más comunes.
La exposición también dedica un espacio a estas innovaciones y permite al visitante interactuar con algunas, como la androide OriHime, el robot avatar que ha permitido a personas con parálisis y otros problemas trabajar como camareros.
Entre los modelos más llamativos expuestos está JINKI type Zero ver.1.2, un imponente robot de cuatro metros de altura manejado a través de un dispositivo de realidad virtual y cuyo desarrollo está orientado al uso en excavación de túneles, entre otras funciones.
"¿Donde termina el robot y comienza el humano? ¿Qué es el 'cuerpo' humano?", plantea la exposición.
"El límite entre el cuerpo y la propia vida se está haciendo borroso, el robot y el ser humano se van uniendo y esto puede cambiar el valor mismo de la vida", reflexiona Sonoyama, y agrega que entre sus objetivos el evento incita a reflexionar sobre ello e invitar a "imaginar un futuro de convivencia con los robots".
El término robot, dice, es cada vez más ambiguo, "porque cada vez hay más que no son corpóreos, como las inteligencias artificiales" o entidades virtuales u hologramas, también presentes.
Finalmente, la exhibición busca abordar los robots desde la cotidianeidad, desde una perspectiva alejada de la mirada que aveces tiene el cine o la animación, donde abundan los seres mecanizados que a veces influyen en el propio desarrollo de robots reales.