Tras dos años con la pandemia del covid-19 avanzando en el país, la que obligó a la mayoría de la fuerza laboral a confinarse y desarrollar sus actividades vía remota, lentamente los distintos rubros han comenzado a volver a la presencialidad, de la mano con una estabilización en los indicadores epidemiológicos y una gran cobertura de vacunación con el primer refuerzo, que en las edades laboralmente activas -18 a 65 años-, alcanza un 81,57%, según datos del DEIS.
Y si bien actualmente todavía hay trabajadores que se mantienen dentro de la modalidad mixta o también híbrida (complementando presencialidad y trabajo a distancia), actualmente solo un 14% de las personas en la zona norte del país se encuentra realizando labores de manera remota, de acuerdo con un estudio elaborado por Mutual de Seguridad, llamado "Pandemia y percepción sobre riesgos y preferencias en el retorno laboral 2022".
Según el informe, un 85% de las personas está trabajando actualmente de manera presencial en el norte, mientras que un 7% lo hace en el formato híbrido. El mismo porcentaje se repite para aquellos que se mantienen de forma remota.
Aun así, el estudio refleja que, al ser consultados por sus preferencias, solo un 37% de los trabajadores de la zona norte prefiere la presencialidad, frente a un 43,1% que prefiere la modalidad híbrida, moviéndose en días trabajando desde sus hogares y otros desde oficinas o faenas. Asimismo, un 19,8% optaría por trabajo completamente remoto.
Retorno
Para Ignacio Puebla, psicólogo y jefe del Departamento de Factores Humanos de la Mutual de Seguridad, explica que, "luego de varios meses en cuarentenas, trabajando desde la casa y con escaso contacto con el resto de las personas y los compañeros de trabajo, las personas han optado por retomar la presencialidad, de manera parcial o completa. El trabajo completamente remoto, en ese sentido, ha ido perdiendo bonos, pues ha quedado demostrado que no necesariamente es beneficioso para la salud mental, ni más cómodo que la oficina".
"Si bien, los trabajadores valoran algunas características de este formato, la gran mayoría prefiere desempeñarse solo algunos días desde casa y el resto de manera presencial", argumenta Puebla.
Para Manuel Pérez, académico del Departamento de Economía de la U. Católica del Norte y director del Instituto de Economía Aplicada Regional, la actual situación epidemiológica, con una cobertura de la vacunación masiva y con los casos más graves provocados por el coronavirus a la baja, "da garantías de un retorno en el cual no surjan problemas severos, o rebrotes severos que puedan comprometer de nuevo la movilidad, volver a las restricciones como observamos al principio de la pandemia. Lo cual es positivo porque, de alguna forma, la presencialidad es algo que debiera de empezar a implementarse".
A lo anterior, Pérez añade que la experiencia de la pandemia y el teletrabajo "ha sido un gran experimento para ver el funcionamiento a través de la virtualidad, como tú puedes tratar de trabajar a través del trabajo remoto, y de alguna forma cómo esto pudiera hacer también un aspecto positivo". Señala que "es cierto que la presencialidad lo que hace es fomentar, de alguna forma, la interacción entre las personas que están en el centro del trabajo y mejora las relaciones personales, pero también hay que hacer uso del teletrabajo en aquellos espacios donde no tiene sentido que tú te reúnas físicamente".
En esto coincide Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo (LyD): "La pandemia aceleró cambios que de otra manera hubieran tomado mucho más tiempo".
Sin embargo, recalca que "hay que tomar ciertas precauciones. Una de ellas es que no puedes hacer la desconexión total. O sea, a lo menos el funcionario tiene que ir una vez a la semana, o con cierta regularidad. Porque, de otra manera, empieza a alejarse cada vez más de la compañía. Va perdiendo la percepción de pertenecer a una organización".
En cuanto a la zona norte, donde el principal rubro es la minería, Flores dice que, si bien aún se prefiere la presencialidad, "ya se va avanzando en la dirección del teletrabajo. (Por ejemplo), poder manejar maquinaria estando sentado aquí, en un edificio en Santiago, y la maquinaria está colocada en el Norte Grande. Pero falta mucho para eso".
Con todo, el economista concluye: "Indudablemente la única cosa buena que tuvo la pandemia fue acelerar eso, el teletrabajo".