El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió a Rusia que cualquier ataque a territorios de la OTAN desencadenaría la Tercera Guerra Mundial. El mandatario reiteró su compromiso para defender a todos los miembros de la Alianza Atlántica, mientras que la ONU advirtió que hay información fidedigna sobre el uso de bombas de racimo durante la invasión.
El líder de la Casa Blanca señaló que si Rusia utiliza armas químicas durante el conflicto, como teme la Unión Europea, "pagará un alto precio".
Estas declaraciones se producen en medio del recrudecimiento de ataques a distintas ciudades de Ucrania, pero ahora en el oeste del país, más cerca de las fronteras con miembros de la OTAN y en urbes que antes no habían sido bombardeadas por el Ejército ruso y que eran consideradas seguras.
Durante la mañana, Rusia atacó por primera vez Lutsk, en el noroeste del país y cerca de la frontera con Polonia, e Ivano-Frankivsk, unos 250 kilómetros más al sur y cerca de Moldavía, afirmó Mijailo Podoliak, asesor del jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en su cuenta de Twitter.
Las sirenas sonaron en toda la región, incluida la ciudad de Leópolis, el punto de tránsito de los ucranianos que buscan huir e ir hacia Polonia, país que alberga la gran mayoría de los refugiados.
"Cuatro misiles fueron disparados en el aeródromo militar en Lutsk desde un bombardero del ejército ruso. Desafortunadamente, hay pérdidas humanas. En la actualidad, dos militares han muerto y seis han recibido heridas de diversa gravedad. Los escombros están siendo retirados", dijo el jefe de la Administración Militar Regional de Volyn, Yuriy Pohulyayko, en Telegram.
Otra vez un hospital
Además, y luego del bombardeo al hospital infantil de Mariúpol esta semana, ayer hubo otros tres ataques aéreos en Dnipro, en el centro sur del país, según la cadena ucraniana ICTV, que añadió que los proyectiles cayeron cerca de un jardín de infancia, en un edificio de apartamentos y en una fábrica de zapatos.
Los ataques se han dirigido de nuevo hacia una instalación con un centro de salud, según informaron las autoridades de la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, que denunciaron un ataque contra un hospital psiquiátrico en el que se encontraban pacientes y personal, dijo el vocero de la Organización Mundial de la Salud, Tarik Jasarevic. La OMS ha verificado hasta ahora ataques contra 26 instalaciones sanitarias en Ucrania en las dos semanas de guerra.
Mariúpol
La ONU aseguró además que ni el bombardeo de un hospital materno-infantil en Mariúpol es un montaje ucraniano ni las fotos de mujeres evacuadas son imágenes de actrices, como afirmaron en redes sociales instituciones rusas que negaron la existencia de civiles en un ataque durante el que murieron al menos tres personas y hubo 17 heridos, según fuentes ucranianas.
Tanto el embajador adjunto ruso ante la ONU, Dmitri Polyanskiy, como la embajada rusa en España, denunciaron en Twitter como falsas las informaciones publicadas sobre el bombardeo de este hospital, que, según Rusia, "había sido desalojado", de modo que en su interior solo se encontraban militares ucranianos de ideología "extremista".
PUTIN: cambios positivos
El presidente ruso informó de "determinados cambios positivos" en el curso de las negociaciones con Ucrania para detener la guerra, al recibir a su colega y aliado bielorruso, Alexandr Lukashenko.
"Le informaré sin falta de la situación en torno al tema ucraniano, ante todo sobre cómo se desarrollan las negociaciones, que actualmente se celebran prácticamente a diario. En ellas hay determinados avances positivos, según me han informado nuestros negociadores. Se lo contaré con más detalles", dijo Putin en un comunicado oficial.
Rusia confirmó además la llegada de 16.000 voluntarios provenientes de Medio Oriente, especialmente Siria, quienes se unieron al Ejército para combatir en la zona del Donbás contra Ucrania.
Finalmente, la Oficina de DD.HH. de la ONU informó que ha recibido "información creíble" de que Rusia ha usado varias veces bombas de racimo, un tipo de armamento prohibido por su impacto indiscriminado entre los civiles.
2,5 millones de refugiados han huido a los países fronterizos, según informó las Naciones Unidas.