"Sólo puedes ser una real emprendedora cuando ves a las otras como tus aliadas"
ANTOFAGASTINIDAD. Macarena Martínez Pinasco, emprendedora y dueña de estudio "Cherry Bomb".
De profesión arquitecta, Macarena Martínez trabajó durante años en el gobierno comunal. Sin embargo, sus intereses iban mucho más allá que el desarrollo de una carrera y lo que partió como un hobbie personal se convirtió de pronto en uno de sus mayores propósitos. Con diversas capacitaciones y aprendizajes decidió emprender su propia tienda de manicure "Cherry Bomb", la que se destaca por originalidad y creatividad.
"Somos un estudio de manicure de diseño, nos dedicamos a embellecer manitos y pies dándoles un toque único y artístico. Vamos a la vanguardia con las tendencias, contamos con muchas opciones de aplicaciones y colores", señala.
¿Qué es lo que más te gusta de Antofagasta?
--Me gusta vivir en Antofagasta. Me queda todo cerca, soy muy afortunada de vivir al lado de la playa, lo cual amo, he vivido en otras ciudades, pero elegí vivir en Antofagasta, porque me voy caminando desde mi casa al trabajo, tiene lindos espacios públicos, los cuales pueden ser aprovechados tanto para actividades de recreación como de comercio. Ahora que es verano las personas se toman la costanera con actividades y creo que eso le hace muy bien a la ciudad.
¿A dónde te gusta ir cuando quieres distraerte?
-Por lo general me gusta viajar, visitar playas cercanas a la ciudad, si se puede salir de la ciudad para desconectarse mucho mejor. Tuve la oportunidad de vivir en otros países, recorrer y conocer otras culturas, modos de vida que te permiten ampliar tus conocimientos y tu cultura. Creo que son las mejores opciones para distraerse y descansar. Cerca de Antofagasta tenemos muchos lugares que podemos visitar como las salitreras, alto el Loa, además de las playas, lugares que desbordan belleza. Tenemos los mejores atardeceres, llenos de colores y los cielos más limpios en la noche para ver las estrellas.
¿Qué rescatas de tu infancia?
-Lo que más rescato de mi infancia es que siempre tuve el espacio para desarrollar mi imaginación y creatividad, mi familia siempre me apoyó en la búsqueda de encontrar lo que me gustaba hacer, pase por miles y un curso, clases de distintas cosas y actividades, un poco canapé de huevo podríamos decir, pero rescato completamente que era el camino para que hoy de adulta sepa exactamente lo que me gusta y quiero hacer con mi vida.
¿Cómo nació la idea de tu emprendimiento?
-Comenzó como un hobby. Viví unos años en Santiago y era clienta de un salón de uñas, que se dedicaba hacer dibujos y diseños en tus manos. La primera vez que vi esto, me voló la cabeza. Me di cuenta que habían miles de posibilidades, combinaciones de colores, técnicas de dibujo que podías aplicar y que era todo un arte desarrollándose. Luego volví a vivir en Antofagasta y no encontraba un lugar donde me hicieran las uñas como yo quería, así que dije "no debe ser tan difícil trataré de hacerlo yo" . Comencé esmaltando mis uñas y con el tiempo mi amigas me pasaron sus manos, practiqué y practiqué, hice muchas manos hasta que un día una de ellas me dijo "cóbrame" y yo no sabía ni siquiera cómo ni cuánto se cobraba, así que ella le puso el precio. Eso me dio fuerza para tomar la decisión de estudiarlo. Hice muchos cursos, viajé a lugares a capacitarme, pero siempre viéndolo como un hobby.
¿Costó tomar la decisión de iniciar una Pyme?
-Creo que lanzarme con una pyme no es lo que más me ha costado, sino más bien el prejuicio de la gente que tiende a preguntar ¿qué hace una arquitecta haciendo uñas? Muchas veces debemos llenar las expectativas de los demás, incluso a veces de personas que no te conocen, pero cuando descubres que lo que haces te apasiona y mueve tu vida, le pones tu 1.000% y las opiniones del resto ya no te importan. Lanzarme con una pyme no fue una decisión que tomé de un día para otro. Ha sido un proceso de años, de entender qué es lo que disfruto hacer y lo que mueve mi vida. Soy una afortunada de contar con un equipo que se la juega, una clientela que siempre apoya nuestro trabajo y han estado presentes a través de los años
¿Cómo calificarías la experiencia de ser emprendedora?
-Me abre puertas día a día, me hace crecer, plantearme objetivos claros, generar trabajo a mujeres que buscan independencia económica y desarrollar sus habilidades. Me da la posibilidad de crecer junto a otras emprendedoras que van por el mismo camino, muchas veces con las mismas dudas de cómo hacer ciertas cosas y frustraciones, pero siempre apoyándonos entre todas. Creo que sólo puedes ser una verdadera emprendedora cuando ves a las otras como tus aliadas y no como tu competencia.
¿A dónde te gustaría que te lleve esta nueva etapa de tu vida?
- Mi idea es seguir entregando un servicio de calidad, con altos estándares y que cada vez que alguien vaya a visitarnos, viva una experiencia entretenida, se vaya empoderada con la autoestima arriba y sintiéndose hermosa por dentro y por fuera.