Franne Goic Barra, 40 años, nació en Antofagasta, es Diseñador Publicitario y Licenciado en Dirección de Arte. Durante su carrera ha trabajado por 20 años en distintas compañías de la escena teatral antofagastina, principalmente en la Huella Teatro, desde su fundación en el 2003 hasta la actualidad, Colectivo La Sicaria y Teatro Arlequin, entre otros, donde se desempeñó en un principio como actor para luego dedicarse netamente al área técnica, como jefe técnico e iluminador. Además desde el 2015 forma parte del equipo de producción de Fitza. Paralelo a esto tiene un taller gráfico, llamado Papel-Pixel, donde se dedica al diseño y producción de libretas de notas.

¿Dónde creciste y qué recuerdos guardas de tu infancia?

-Nací y crecí en Antofagasta, guardo buenos recuerdos de infancia, con mucho aire libre, siempre entre el cerro y la playa. Con mi familia íbamos siempre de paseo, a Juan López, Mejillones o a las salitreras.

¿Qué proyectos teatrales estás desarrollando actualmente?

-Me encuentro trabajando junto a La Huella Teatro, en el remontaje de "Allqu Yana, o porque los perros negros son más buenos" en colaboración con la compañía Teatro de Ocasión. Obra que vuelve a ver la luz después de 16 años, y en la que trabajo por segunda vez, en esta oportunidad como iluminador y que se presentará en Antofagasta este 3 y 4 de enero en La Chimba, y 5 de enero en Mejillones en el marco del Festival Antof. a Mil .

Esta nueva versión, cuenta con una nueva dramaturgia y renovada puesta en escena, en la que, a través de la manipulación de marionetas y objetos, narración y música en vivo, se muestra el ritual andino del paso después de la muerte y la leyenda del perro negro que te cruza por el mar de la muerte.

¿Qué crees que caracteriza/identifica al teatro nortino?

-Creo que al teatro nortino lo atraviesa una pulsión y una necesidad de hacer teatro en ese territorio tan agreste y tan lejano de la esfera teatral nacional, pero a la vez tan rico de historias y costumbres, lo que lleva a que el teatro nortino comparta una estética particular de este territorio en sus paletas de colores y formas, y desde una suerte de artesanía teatral que se ha generado en la región a través de los años, de la mano de realizadores escénicos como Nilso Vega (Q.E.P.D), quien dedicó toda su vida al oficio teatral, y Juan Aillú y su equipo del Teatro Municipal, y que han sido responsables de la realización de un sin número de escenografías para las compañías de Antofagasta .

¿Qué le sobra y qué le falta al teatro local?

-Creo que nada sobra en el teatro, sobre todo en el contexto regional, donde no están disponibles todos los medios. Creo que faltan más instancias de profesionalización en otras áreas de creación específicas del teatro, como lo son el diseño teatral, la música, la dramaturgia, la escenotecnia y realización, y que exista un desarrollo de esas áreas que vaya de la mano con el advenimiento de nuevas compañías y actores profesionales egresados de la escuela de artes escénicas de la UA.

¿Cuál es el espacio de la región que más te gusta?

-Es difícil elegir un solo lugar de los muchos lugares increíbles con los que cuenta nuestra región, pero me quedo con el desierto marino y en particular con Punta Itata, donde tengo imborrables recuerdos de juventud

¿Qué te mueve, qué te apasiona en la vida?

-Me mueven muchas cosas en la vida, la música y el diseño. Me motiva mucho la creación y el trabajo colectivo, el buscar solución a ciertas problemáticas que plantea una escena. Me gusta mucho el trabajo de taller, ya sea en el teatro como en mi taller de libretas. Me gusta ocupar herramientas y la satisfacción de ver el proceso desde el boceto al producto final.

¿Cuál es la principal enseñanza que te dejaron tus padres?

-Me enseñaron una infinidad de cosas, principalmente a hacer las cosas con el corazón y ser respetuoso con la gente sin importar su condición social, pero lo que más aprecio es que me enseñaron sus oficios, me enseñaron a utilizar mis manos para arreglar o crear algo. Desde chico mi padre me enseñó de carpintería, gasfitería, electricidad. Siempre había algo que arreglar o inventar el fin de semana. Mi madre me enseñó de todo… desde coser un botón hasta cocinar, a ella le debo mi aprecio por el diseño y el arte, de chico siempre la veía hacer sus artesanías, pintar. Ambos me heredaron su estética, el cuidado de los detalles, en fin un montón de cosas por las que les estaré siempre agradecido y que aplico en mi vida diaria y en mi trabajo.

¿Qué esperas de este 2022?

-Espero que este 2022 se mantenga la presencialidad y aumenten los aforos y así poder seguir llevando teatro a lugares donde muchas veces no llega, algo que después de 2 años de pandemia la gente necesita , porque es algo muy importante para el espíritu , poder sumergirse por una hora en otro mundo es algo impagable en esta época.