Jonathan VIllella Coyán
Reformas que apunten a potenciar la autonomía e independencia regional, de la mano con políticas que salvaguarden de mejor manera los intereses medioambientales, con autoridades que velen por el bienestar de todas las personas, incluidos aquellos menos favorecidos con las distintas ayudas sociales, son algunos de los cambios que diversos actores sociales de la Región de Antofagasta, esperan que ocurran contar de marzo de 2022, cuando Gabriel Boric asuma su mandato presidencial.
Las proyecciones, que van en línea con lo expuesto hasta ahora en el programa presidencial del candidato de Apruebo Dignidad, apuntan en su mayoría a mejorar la calidad de vida de las personas, optimizando, transformando y transparentando la política nacional, realizando reformas profundas al modelo económico que pondera en Chile desde hace 40 años. Los representantes locales abogan por una gestión política más participativa y respetuosa de la Convención Constitucional.
Pero no solo eso, y es que, según los entendidos, el 2022, también es necesario comenzar a hacerse cargo de las problemáticas medioambientales en regiones, cuyos efectos ya son percibidos por las personas en comunas como Tocopilla, Mejillones, Calama y Antofagasta, por nombrar algunos, donde el desarrollo industrial mantiene un eterno conflicto con el bienestar de la población, en favor del desarrollo económico.