Redacción
Ya no es solo el paseo Matta el que, atiborrado de toldos y carros de comida -sin permisos sanitarios- del comercio ambulante, hacen del tránsito peatonal algo casi imposible. Sino que ahora, mismo destino pareciese cernirse en calle Ossa.
En este tramo, entre Uribe y Maipú, los comerciantes de los locales de verdura del mercado estacionan sus vehículos en espacios destinados al tránsito peatonal, acomodan sus cajas con productos y por las noches, sacan "conos" para reservar estos lugares públicos, incluso obstaculizando el tránsito vehicular.
Este descontrol del comercio ambulante no ha hecho más que crecer durante los últimos meses, y la consecuencia de inseguridad, insalubridad y ramificación ya son advertidos por algunos expertos.
El urbanista y arquitecto de la Universidad Católica del Norte (UCN), Claudio Galeno cuenta que "hay un tema de insalubridad e higiene del espacio público, con una alta concentración de objetos, carpas, kioscos y personas que están prácticamente todo el día ahí, incluso pernoctando. Evidentemente eso altera el equilibrio, el orden y la higiene del espacio público".
Circulación y pandemia
El urbanista cree paradójico que, pese a que las autoridades locales llamen a mantener todas las medidas de prevención del Covid-19, no se supervise esta situación la cual hace que, espacios destinados al libre tránsito queden completamente inutilizados.
"Yo diría que hay un tema de salud pública. El asunto del angostamiento de las circulaciones por las principales arterias del centro y todo lo que significa, la congestión que se produce, el roce entre personas. Hay un tema de promiscuidad en el sentido de la salud. Estamos saliendo aparentemente de una pandemia, pero todavía hay peligro de contagio y evidentemente, ese angostamiento del espacio público es un tema grave".
Por su parte, Larry Games, arquitecto y académico UCN explica que "en mi opinión se tienen consecuencias en términos físicos que son los deterioros en señaléticas, mobiliario, áreas verdes, pavimentos, etc. que en términos reales se pueden subsanar, pero las consecuencias en la percepción o sensación de inseguridad es muy difícil de sanar. La sensación de inseguridad es un aspecto que en los espacios públicos es lo más difícil de revertir porque va más allá de la limpieza, buen funcionamiento y la iluminación, es el ambiente y esto tienen que ver con la percepción que solo se logra con la cultura de uso con la reconquista de un uso cultural de los espacios públicos".
Ramificación
Para los especialistas, lo evidenciado en calle Ossa puede ser un síntoma respecto a lo que podría decantar el comercio ambulante, si no es controlado. Cabe recordar que, pese a algunos desalojos que ha realizado el municipio, la presencia de ambulantes en el sector se ha consolidado.
Al respecto, el arquitecto Larry Games explica que "el comercio se mide por la demanda En estas fechas existe una gran demanda por lo que la oferta crece y sobre todo, esta que es informal, pero se debería tender a la baja que no significa que solucione el problema de sensación de inseguridad (…). Se puede ramificar, si lo fomentamos comprando, no controlamos o lo incorporamos culturalmente al uso del espacio público, y las medidas para su control deben ser radicales, multisectoriales y con una visión de oportunidad en el sentido de que todos aquellos que se quieran someter al control de enrolamiento, regularizando su situación puedan seguir trabajando en la calle de forma ordenada y distribuida en la ciudad".
Por su parte, Galeno agrega que "este fenómeno es fruto de una crisis económica, fruto de una revuelta social, fruto de unos procesos migratorios poco regulados. Esto, claro, es un cóctel terrible que ha desencadenado esta especie que podríamos decir, de anarquía frente al espacio público, al orden urbano, al espacio cívico y al respeto por el otro".
Medidas
Peleas entre ambulantes por disputarse un espacio, carterazos, amenazas, insalubridad producto de alimentos vendidos a pleno sol y sin acceso a agua potable es el panorama que a diario, ofrece las arterias principales del centro de la ciudad.
Como medida de erradicación, Games opina que "la idea del equilibrio y mixtura en el espacio público dice que el comercio ambulante o cualquier actividad que se ofrezca en el espacio público debe ser regulada, porque las consecuencia la pagamos todos. Una intoxicación masiva termina colapsando los establecimientos médicos, productos de mala calidad o contaminantes repercute en un medio ambiente urbano lleno de basura. Si analizamos el comercio actual es burdo, básico y sin otro fin que un consumismo barato y que solo beneficia a los intermediarios ya que ni los vendedores, ni los compradores hacen un buen negocio. El primero porque tiene un margen muy bajo para el esfuerzo que hace y el segundo porque adquiere un producto de mala calidad".
Por lo anterior, finaliza que "las medida única es la erradicación completa del comercio ambulante, pero como dije antes, con la posibilidad de que aquellos que quieran persistir con la actividad lo hagan de forma regulada. El espacio público debe ser un espacio diverso donde artistas callejeros, cantores, bailarines organilleros, venta de globos y otros productos y servicios con valor se presenten ellos representan diversidad cultural y no consumismo barato".
"Es un cóctel terrible que ha desencadenado esta especie que podríamos decir, de anarquía frente al espacio público, al orden urbano, al espacio cívico y al respeto por el otro".
Claudio Galeno, Urbanista UCN
"La sensación de inseguridad es un aspecto que en los espacios públicos es lo más difícil de revertir porque va más allá de la limpieza, buen funcionamiento y la iluminación".
Larry Games, Arquitecto UCN