Correo
Lenguaje inclusivo
La punzante carta del lector Leopoldo Sáez sobre "Lenguaje inclusivo", publicada el 15 de noviembre en este matutino, me permite intervenir para recordar que el lenguaje es un fenómeno cultural de carácter dinámico que nace desde la comunidad para validarse con su uso permanente.
Pues bien, aquello que llaman "lenguaje inclusivo" no es tal, ya que no emerge desde la comunidad, sino que busca imponerse "desde arriba" por ciertos sectores políticos con propósitos ideológicos ajenos al sentir de la gente. Es por esto que nunca logrará instalarse y provocará reacciones hilarantes como la del lector citado, a quien felicito por su mordaz mensaje.
Francisco Bartolucci J. Abogado y profesor
Cuestionada propuesta
A propósito de los comentarios de Daniel Jadue acerca de que el programa de Boric coincide en un 95% con el suyo, es importante recordar una de las propuestas más escabrosas del expresidenciable y que es recogida por el actual candidato izquierdista: la coerción a la libertad de expresión y de prensa. Es lamentable que Boric -quien buscó diferenciarse de su adversario- incluya uno de los puntos más criticados de Jadue, ya que a fin de cuentas plantear medidas que fortalezcan la intervención del Estado en los medios de comunicación como forma de "fomentar el pluralismo y la democracia" es no comprender que la raíz de esta es precisamente la existencia del derecho a la libertad de expresión y de prensa.
El mejor camino para alcanzar dicho pluralismo es asegurar la más amplia libertad para crear y desarrollar medios, por lo que la introducción de regulaciones o condicionamientos puede, claramente, terminar entorpeciendo el ejercicio de estos derechos. La vía de la injerencia estatal se ha desarrollado en otros países de Latinoamérica -en gobiernos del mismo sector de Apruebo Dignidad- que han terminado por diezmar estas y otras libertades, llegando incluso a establecerse como herramientas de censura y coerción, cuestiones que deben ser evitadas en nuestro país en defensa de los derechos de todos los chilenos.
Martín Durán F.
Apoyo a mipymes
En el debate presidencial sobre pymes y emprendimientos se habló muy poco de los desafíos que trae el siglo XXI y la necesidad de un plan estratégico para lograr la transformación de las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales.
Al año 2020, un 41% de las empresas formalizadas en Chile son pymes y un 39% microempresas, cifras que han aumentado con la llegada de la pandemia y con ella también los emprendimientos por subsistencia e informales. Sin embargo, solo uno de cada diez de estos emprendimientos logra sobrevivir al conocido "Valle de la Muerte", lo que nos obliga a pensar en la necesidad de tener herramientas políticas, sociales y económicas más robustas que logren vencer esta realidad.
Si queremos promover el crecimiento país e impulsar el empleo, debemos entender que el apoyo a las mipymes es una tarea conjunta del sector público y privado para entregar el acompañamiento estratégico que éstas necesitan para su crecimiento. Debemos generar una red que logre apoyar con herramientas para que éstas puedan lograr su reconversión, que generen estabilidad y entreguen valor a su trabajo y no solo apoyo financiero para que sobrevivan momentáneamente, con un fuerte impulso a la transformación digital, pensando en cómo potenciar un modelo país basado en las empresas de menor tamaño.
Gonzalo Rojas y Fernanda Vicente Directorio Chileconverge
COP26
Nuevas metas país en materia de energía, protección de humedales, ecoetiquetado, planes de manejo de áreas marinas, planes de recuperación de especies amenazadas, entre otras, se establecieron tras finalizar la COP26 realizada en Glasgow, Escocia.
El desafío no es menor. Chile se comprometió a que el hidrógeno verde ocupe el 20% de la matriz de combustibles de aquí a 2040, y que todos los buses, taxis y colectivos que circulan en el país sean cero emisiones.
También se planea alcanzar las cero emisiones en la totalidad de la matriz energética en 2050, y llegar a reducir en un 70% las emisiones de la industria y la minería ese mismo año.
En total, son 407 medidas que Chile se comprometió a tomar con el fin de alcanzar la carbono neutralidad y enfrentar el cambio climático.Estamos en pleno proceso de transformaciones para lograr estas metas.
El sector energético está impulsando el uso de energías limpias, como lo son la energía solar y eólica, mientras que el transporte, la industria y la electricidad domiciliaria se están adaptando estas fuentes renovables no convencionales.Es el esfuerzo conjunto el que conducirá al país a cumplir estas metas, tendientes a generar un equilibrio entre las actividades humanas y la preservación y recuperación del medio ambiente.
Víctor Opazo Carvallo