Crisis migratoria se posiciona como el principal problema a nivel regional
ESTUDIO. Encuesta Barómetro regional del IPP-UCN entregó los resultados de su reciente edición.
Para los habitantes de la Región de Antofagasta, el problema más importante que hay actualmente en la zona es la inmigración. Esto se desprende de la última Encuesta Barómetro regional, emitido por el Instituto de Políticas Públicas de la U. Católica del Norte (IPP-UCN), y cuyos resultados fueron presentados ayer mediante una transmisión online a la comunidad.
El sondeo abarcó una muestra de 700 casos de la zona, particularmente de Antofagasta, Calama y Tocopilla, correspondiendo a hombres y mujeres mayores de 18 años. El levantamiento se realizó entre el 1 de octubre al 4 de noviembre.
Cristian Rodríguez, director del IPP, recalca lo relevante de analizar la agenda que tienen los ciudadanos de la región, versus a los temas de interés nacional. "Es interesante comparar cómo hay en algunas cosas bastante autonomía de la región con respecto a su propia agenda que se ha ido produciendo en este último tiempo", comenta.
¿Y qué les preocupan a los ciudadanos locales? A nivel general, la pandemia del covid-19 se mantiene como el tema de interés con mayor tendencia (25%), seguido de cerca por la llegada de nuevo inmigrantes a la zona (23%); el aumento de la inflación (22%); y los casos de corrupción en las municipalidades (ver gráfico).
"Esos son los cuatros principales temas que los antofagastinos ven como la agenda pública. El covid-19 sigue siendo un tema muy relevante para la población. No se ha ido de las preocupaciones", explica Rodríguez.
Asimismo, los antofagastinos consideran que los problemas principales a nivel nacional son la delincuencia (27%); la corrupción 16%; y la Salud (13%).
La región
¿Pero qué pasa con la región? Si bien para los habitantes de la zona el principal problema a nivel país es la delincuencia, esto cambia al ser consultados por los conflictos propios de la Región de Antofagasta, siendo la inmigración, con un 26%, seguido por el alto costo de la vida y la pobreza (22%).
El académico del IPP argumenta que la inmigración "volvió a ocupar el primer lugar, después de varios años en que la preocupación por esto había venido sostenidamente decayendo. Habíamos partido el 2016 con un 80% de rechazo a los inmigrantes, para bajar muy fuerte particularmente a través de los mensajes que se fueron generando mediante los medios de comunicación y los debates. La gente fue moderando su opinión frente a los inmigrantes. En cambio, ahora con la crisis que hubo hace pocas semanas, volvió a ser un tema relevante en la agenda regional".
Respecto al alto costo de vida y la pobreza, Rodríguez menciona que la inflación está impactando fuertemente el costo de vida de la ciudadanía regional, principalmente en las ciudades de Tocopilla y Calama, donde se obtuvo el mayor porcentaje de mención de este problema (33% y 24%, respectivamente).
En tanto, el tercer punto que conforma la agenda regional es la Salud, más que la previsión, un tema que está instalado actualmente en el debate nacional. Esto, dice el director del IPP, llama la atención: "Más que la previsión, es el acceso a salud de calidad un tema sensible para los antofagastinos". Mientras que la delincuencia, que aparecía primero como el problema nacional, en la agenda local está en cuarto lugar.
Aún con lo anterior, el 37% de los encuestados mencionaron no estar ni a favor ni en contra de la inmigración, mientras que el 31% se declaró en contra y el 19% comentó estar totalmente en contra. Solo el 10% dijo encontrarse a favor. "Hay una gran proporción, casi un 50% de la población que está en contra de la llegada de inmigrantes de la manera en que entran irregularmente al norte de Chile. No es contra la inmigración irregular", afirmó Rodríguez.
Sobre esta crisis migratoria, el Barómetro arrojó que las personas le atribuyen esta responsabilidad parejamente a diversos actores. El director del IPP manifiesta que las personas consideran que se encuentra "entre que fue culpa de los gobiernos anteriores; del gobierno anterior; que es culpa de este gobierno; o culpa de los gobiernos de los países vecinos. Hay una distribución bastante simétrica de las responsabilidades producto de lo ocurrido respecto a la inmigración irregular". Asimismo, los consultados también sostienen que las autoridades regionales "tuvieron algo más que hacer y que no hicieron", dice el académico.
Análisis
"En el caso específico de la Región de Antofagasta, los resultados son muy disímiles de lo que dicen las encuestas nacionales", recalca Juan Pardocia, presidente de la Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública, y socio director de Feedback Comunicaciones. Comenta que es llamativo, por dar un ejemplo, el espacio que ocupa en la agenda mediática local el tema de inmigración.
"Hay un resurgimiento muy importante de esto (la inmigración), como una especie de amenaza para las personas. Se nota cómo se ha instalado en la agenda pública la preocupación por el tema. La atribución a las responsabilidades es bastante difusa, a pesar de que hay una mayoría relativa que indica al actual gobierno como el responsable", explica Pardo.
Para Francis Espinoza, doctora en Ciencias Políticas y académica de la UCN, la crisis migratoria golpeó al norte debido a que los casos más mediáticos se dieron en esta macrozona, como el caso de la quema a las pertenencias de los migrantes en Iquique. Por esto, agrega, "efectivamente la gente empieza a tener temor del migrante, y lo ve como amenaza. Pareciera que aquellos que no han experimentado la migración, no tiene la empatía por ellos".
Y plantea que "es una problemática a nivel internacional. Ha golpeado fuertemente a Chile a raíz de la crisis en Venezuela y la pandemia en Latinoamérica. Porque en el fondo Chile se ha convertido en este sueño sudamericano. Uno percibe el interés que tiene el migrante por venir a un país en mejores condiciones económicas, pero también con mayor estabilidad política".
Para el padre jesuita, Felipe Berríos, el reclamo de la ciudadanía fue contra
"la negligencia de las autoridades" para controlar la crisis migratoria, como el caso de Iquique o el colapso en el terminal de buses de Antofagasta: "No han hecho nada. Tuvo que haber esa quema para que reaccionaran".
"El subsecretario y el ministro del Interior no han dejado de relacionar la migración con la delincuencia, las infecciones, el desorden, la maldad. Hay una reacción de la gente que es negativa. Y en la práctica, nos estamos contactando todo el tiempo con los migrantes. El problema es cuando se relaciona la migración con la delincuencia, con el mal vivir", agrega el sacerdote Felipe Berríos.
"(La inmigración) volvió a ocupar el primer lugar, después de varios años en que la preocupación por esto había venido sostenidamente decayendo (...). Ahora con la crisis que hubo hace pocas semanas, volvió a ser un tema relevante en la agenda regional".
Cristian Rodríguez, Director IPP-UCN.
"El subsecretario y el ministro del Interior no han dejado de relacionar la migración con la delincuencia, las infecciones, el desorden, la maldad (...). El problema es cuando se relaciona la migración con la delincuencia, con el mal vivir".
Felipe Berríos, Padre jesuita.