Tribunal confirma negligencia de médico en la muerte de la joven calameña Mireya Rueda
CASO. La profesora de música falleció de una tromboembolismo pulmonar y pese a ir reiteradas veces a Urgencias del Hospital de Calama no fue asistida a tiempo. Su madre, Marina Rodríguez, espera que el facultativo cumpla la condena.
Lo último que recuerda la madre de Mireya Rueda (26), es que esta joven profesora de música, cantante y estudiante de canto lírico, fue a ducharse el 1 de enero del 2015 y luego de eso no volvió a verla consciente.
En ese preciso instante la vida de esta loína se apagó para siempre y la impotencia de su familia crece cuando recuerdan que los médicos que la atendieron en el servicio de urgencias de Calama, pudieron haber hecho mucho más por mantenerla con vida.
"Fuimos varias veces, ella estaba mal y nos devolvieron a la casa. Entonces tan solo pensar que pudieron haberla salvado, me da un dolor muy fuerte. Con ella se fue todo, perdimos todo, la perdimos a ella y estos años han sido muy fuertes, porque junto con pedir justicia, hemos tenido que vivir una y otra vez ese momento en que tuvimos que verla morir lentamente, porque se fue con mucho dolor, dolor de varios días, simplemente porque no la diagnosticaron como correspondía", indicó Marina Rodríguez, madre de Mireya Rueda que murió el 1 de enero del 2015 en Urgencias del ex Hospital Carlos Cisternas de Calama, de un tromboembolismo pulmonar secundario a trombosis venosa profunda de pierna derecha, el cual no fue diagnosticado a tiempo.
Condena médico
Luego de ir y volver a tribunales, entre demandas y audiencias, esta semana se realizó el último proceso de este caso que enlutó a la familia de Mireya en el 2015. El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Calama, logró confirmar que hubo negligencia médica y condenó al médico Alejandro Sánchez a la pena de 541 días en calidad de autor de cuasidelito de homicidio en grado de consumado.
"Fueron bastante difíciles, además el juicio se fue aplazando por el tema de la pandemia y en todo el transcurso, me cambiaron el fiscal, donde recién esta semana fue el juicio, donde fuimos a declarar con mi hermana, en una situación bastante difícil, al recordar todo de nuevo. De los dos doctores que teníamos en este juicio uno de ellos salió absuelto, pero el segundo, si bien la condena no iba a ser de cárcel ni tampoco le van a quitar el título y lo único que esperamos que cumpla", indicó la madre de esta joven.
Según información entregada por el Poder Judicial, el fallo fue unánime, los magistrados Rosa Caballero Burgos (presidenta), Rodrigo Cartes Fierro y Karen Herrera Iriarte (redactora) junto con aplicar la pena privativa de libertad impuesta por la de reclusión parcial nocturna, Sánchez queda con suspensión de ejercer cargos u oficios públicos, durante el tiempo de la condena.
"Se tiene que ir a dormir a la cárcel y sin ningún acto compensatorio. El primer doctor que la atendió salió libre y no lo metieron mucho en el caso, pero este doctor Sánchez la atendió dos veces, incluso cuando mi hija falleció yo lo encontré, lo encaré, le dije te traje dos veces a mi hija y no fuiste capaz de hacerle nada", añadió Rodríguez.
El médico deberá cumplir con esta condena dentro de los próximos cinco días de ejecutoriado el fallo en el Centro de Reinserción Social de Gendarmería de Chile más cercano a su domicilio o en Calama. Esto, si es que no decide apelar a este fallo. "El fiscal me dijo que tenemos 10 días para pensar el tema y volver a apelar, porque en el fondo fue un fallo bueno y no tan bueno, porque no fueron los dos médicos. Pero lo que estamos pensando, que si el doctor condenado llega a apelar para bajarse la pena, ahí vamos a apelar, porque no estaría de acuerdo que existiese rebaja, porque de hecho ya es poca la pena", indicó esta madre calameña.
Desde el tribunal indicaron que lograron acreditar que se trató de un cuasidelito de homicidio en grado de consumado y por lo mismo, el médico fue condenado por esta negligencia.
Justicia para Mireya
Para dar contexto, Mireya tenía 26 años, era profesora de música y en ese momento estaba estudiando canto lírico.
Como muchos jóvenes calameños, finalizado el semestre, se trasladó a la comuna a pasar las fiestas de fin de año con su familia. "Mi hija venía de un largo viaje porque está estudiando canto lírico y no le gustaba viajar en avión, pero cuando llegamos a urgencia, uno hablaba y era como que le hablabas al aire, nadie te miraban, ni siquiera te dirigían a preguntarte de lo que pasaba, ni siquiera tomaban atención que le dolía la pierna", recordó la madre de Mireya.
Según explicó Marina y el fallo, la profesora de música llegó a Calama el 19 de diciembre del 2014, donde a partir del día siguiente comenzó a sentir distintos malestares, entre ellos desmayos y dolor en una de sus piernas. Fue la primera vez que visitó urgencias, donde le diagnosticó lipotimia, ordenando la realización de exámenes de sangre, administración de solución fisiológica, derivándola su domicilio.
"Yo le dije, como va a tener una costilla inflamada, no le vio la pierna. No, si tiene la costilla inflamada me dijo luego de pasar horas y horas en urgencias", indicó Rodríguez.
Luego de eso, la joven no mejoró, asistiendo nuevamente a Urgencias, el 25 de diciembre, donde fue vista por primera vez por el médico Sánchez, donde la diagnosticó con costocondritis, prescribiendo medicamentos, derivándola a su domicilio.
Su condición no mejoró se indicó en el juicio. "La víctima mantuvo decaimiento general en su estado de salud, concurriendo al servicio de urgencias el día 30 de diciembre de 2014, siendo atendida nuevamente por el médico Alejandro Sánchez, alrededor de las 03:00 horas, con los mismos síntomas, quien la diagnosticó con bronquitis obstructiva, prescribiendo medicamentos para ello, derivándola a su domicilio. Sin embargo, el mismo día, alrededor de las 05:50 horas, tras sufrir un desmayo en la sala de espera para retirarse a su domicilio, la víctima reingresa a la unidad de urgencia, siendo atendida por otros galenos, instruyendo la administración de suero fisiológico y medicamentos, siendo igualmente derivada a su domicilio", indicaron en tribunales.
Fue en su casa, que la situación simplemente no mejoró. "El día 1 de enero del 2015, a ella le gustaba teñirse el pelo y me dice 'mamá tíñeme el pelo' e incluso le dije: 'hija, ¿y si te da todo de nuevo? y me dijo: 'no mamá si me siento un poco mejor'. La teñí, se metió a la ducha y ahí la tuve que sacar desvanecida del agua, la acostamos, pero ya ahí casi no respiraba, creo que ahí ya había empezado a morir. Ya no pudimos hacer nada más, llegamos al hospital, le hicieron una reanimación y luego salieron, nos dijeron que nuestra hija había fallecido. Si ellos le hubiesen hecho más, no hubiese sufrido tanto, porque ella sufrió de dolores, tenía desmayos, taquicardia, ella estaría con vida", agregó.
Finalmente en la audiencia se conoció el resultado de la autopsia, Mireya murió de un paro cardiorrespiratorio debido a un tromboembolismo pulmonar secundario a trombosis venosa profunda de pierna derecha. Es decir, se comprobó luego de meses de investigación el hallazgo de trombos pulmonares en distintas etapas de evolución, lo que no fue diagnosticado y tratado a tiempo. "En el juicio me preguntaron cómo vivía yo, yo vivo solamente, no porque quiera vivir, porque ella era el motor de todo, en la vida de todos, en la vida de mis papás, de mi hermana, todos vivíamos en fin a ella, era una muy buena niña", concluyó.
541 días de reclusión parcial nocturna deberá cumplir el médico condenado por este hecho.