Avecindado hace tres años en la capital regional, Carlos Villasana Martínez fue dos veces diputado regional por el estado de Bolívar en Venezuela. Abogado y licenciado en administración de empresas, cuenta además con una licenciatura en teología.

Actualmente, este ex Asesor presidencial del ex presidente Rafael Caldera en materias de privatización y siderurgia, encabeza una asociación que entrega apoyo y orientación a quienes migran a Chile.

"Tengo ya más de dos años al frente de la Asociación de Inmigrantes Latinoamericanos (ASILA) brindando apoyo a la comunidad migrante en toda la región y gran parte de Chile, en materias de extranjería y migración en todas sus modalidades. Acceso al sistema educativo, de salud, al trabajo, a la vivienda, AFP, refugio, recursos administrativos y judiciales, además de educarlos en forma y manera de respeto a las leyes chilenas y hacer de ellos ciudadanos con conciencia en valores éticos y morales. También formó parte del Movimiento Solidaridad Chile, donde un grupo de personas conformamos un hermoso movimiento con la finalidad de ayudar a quien lo requiera", comenta.

¿Cuál es tu lugar favorito de la región y por qué?

- Voy a cumplir 3 años que llegué a esta hermosa ciudad y cada día me enamoro más de ella, su legendaria historia, su clima, tiene sitios maravillosos como es el propio centro con sus casas de antaño, la Plaza Colón con su hermoso reloj, las Ruinas de Huanchaca, La Portada, la Mano del Desierto, la elegancia de la ciudad vista de noche desde arriba del cerro, y por supuesto la playa de Juan López, además de la bella ciudad de San Pedro de Atacama y muchos otros atractivos.

¿Cuáles son sus grandes pasiones en la vida?

- Seguir siendo un instrumento de ayuda al prójimo. Tengo años haciendo trabajo social y brindando lo mejor de mí hacia las personas más necesitadas. Es una tarea que hacemos los cristianos en ayudar y ser solidarios con la gente. Es un sentimiento de frescura que se recibe cada vez que vemos el rostro de alegría a alguien que hemos podido socorrer.

¿Cuál fue la mayor enseñanza de sus padres?

- Recibí de mis padres y abuelos una educación en valores, respeto, amor, tolerancia, honestidad, responsabilidad, esfuerzo y sobre todo temor al Dios todopoderoso. Bases para una sociedad fructífera. Sin valores no hay avance, mucho menos progreso.

¿Qué le apasiona de su profesión u oficio?

- Soy abogado de corazón y además licenciado en administración de empresas. Cada vez que tomo un caso jurídico lo hago con pasión y vehemencia. Me gusta defender casos donde impere la verdad y se haga justicia.

En lo personal, ¿Cómo lo ha marcado la pandemia?

- Me ha permitido disfrutar más de mi familia, dedicarles más tiempo y ayudar a mi hijo de once años en sus clases.

¿A quién o quiénes admira?

- Admiro la vida de Jesús, su historia que marcó la humanidad y el legado que cada día se acrecienta más en el mundo. Eso de perdonar a los que nos ofenden, de poner la otra mejilla, de amar al prójimo como a ti mismo, de no responder al mal con otro mal e incluso amar a tus enemigos son cosas únicas en enseñanzas que han ayudado mucho a la humanidad. Admiro también a Simón Bolívar uno de los personajes más influyentes en América, quien libertó a 5 naciones a caballo. Iban de un país a otro cabalgando

¿Cuál es tu mayor sueño?

- Son muchos, pero por ahora es ver a mi país (Venezuela) libre de la dictadura opresora que tiene subyugado a un pueblo indefenso y oprimido. Sin posibilidades internas de salir de ello. Sueño en que los venezolanos volvamos a uno de los países más bendecidos por Dios y se dé el reencuentro de miles de familias regadas por todo el mundo.