La casa propia ¿sueño o pesadilla?
"Para que un banco decida realizar un préstamo a 30 años, necesita cierto nivel de certeza, situación que actualmente no existe". José Navarrete Oyarce, Director Magister en Tributación, Universidad Andrés Bello
Sin duda, comprar una casa o departamento, sea probablemente uno de los objetivos más codiciados por todas las familias, sobre todo aquellas que están partiendo o las que, por diversos motivos, necesitan un lugar más grande o moverse de sector. En ese sentido, se ha visto gran preocupación en la opinión pública por la sostenida alza en los precios, resumida en el término inflación, en el alza en la tasa de interés y las mayores restricciones sobre el otorgamiento de los créditos hipotecarios.
La pregunta es ¿podemos seguir pensando en una casa propia sin que esto se transforme en una pesadilla? En primer lugar, hay que entender que la actual tasa de interés fijada por el Banco Central, y que regulan las tasas ofertadas por los bancos, aún se mantienen en un rango bajo. Las tasas vistas el año pasado, en plena pandemia fueron excesivamente bajas, dado que tenía el objetivo de generar mayor dinamismo en una situación afectada por el contexto sanitario, vale decir, es una tasa deliberadamente baja, con objetivos expansivos. De forma inversa, la actual tasa de 2,75% tiene por objeto frenar el gasto y con ello, bajar las presiones inflacionarias y, dado esto, es muy probable que vuelva a subir.
Sin embargo, en términos de largo plazo, aún estamos frente a tasas relativamente bajas. Sin ir más lejos, en febrero del año 2002, la tasa promedio de un crédito hipotecario era de era de 7,5% y en el mes de septiembre de 2021, esta se observó en tan solo 3,29%. En función de esto, quién tenga opciones de adquirir una vivienda ahora, aún estará aprovechando una ventana de tasas "bajas" que sería bueno aprovechar, a pesar que por cada punto que sube la tasa de interés, se produce un aumento en el dividendo de un 14% aproximadamente.
Por otro lado, la incertidumbre en el mercado financiero, dado el contexto político, un eventual 4to retiro de las AFP, y especialmente un futuro incierto de los fondos previsionales de cara a una nueva constitución, hace que sea altamente riesgoso para una institución financiera hacer préstamos de largo plazo, por ejemplo, a 30 años. Para que un banco decida realizar un préstamo a 30 años, necesita cierto nivel de certeza, situación que actualmente no existe. Eso explica el endurecimiento de los requisitos solicitados por los bancos a la hora de otorgar créditos.
En resumen, mientras no se despejen las incertidumbres, lo más probable es que el sueño de casa propia sea realmente una pesadilla.