Olas que revientan en la tumba de Vicente Huidobro
"Poesía reunida" (Lumen) se mueve por todos los caminos estéticos que atravesó el poeta en su vida.
"Yo soy inmenso, contengo multitudes", escribió el poeta norteamericano Walt Whitman. Verso que podría sintetizar la intensa y acontecida vida y obra de Vicente Huidobro (1893-1948), uno de los cuatro grandes de la poesía chilena de la primera mitad del siglo XX. Aún con Pablo Neruda y Gabriela Mistral al lado, Huidobro se hizo un lugar único en la lengua, siendo todavía una influencia clave para generaciones dedicadas a la creación escrita.
Gonzalo Rojas, por ejemplo, recordaba para el centenario de Huidobro que "…la imantación huidobriana llegó a su plenitud en el proceso del 38 y casi todos los poetas jóvenes de esos días registramos su influjo, y fuimos literalmente atrapados por una relación dialéctica con su persona y su obra". Remataba su homenaje afirmando que no habría existido un poeta como Enrique Lihn sin la influencia de Huidobro.
"Poesía reunida" (Lumen), sintetiza la obra de Huidobro, en más de 400 páginas, seleccionadas entre tantas escrituras en las que se aprecia que el poeta probó todo lo que pudo, desde que a los 18 años publicó por primera vez.
La antología fue editada y prologada por Vicente Undurraga, como varios otros libros de la misma colección. El libro parte en "El espejo del agua" (1916), momento en que el autor comienza a hacer un camino único en la literatura.
La antología parte así: "Que el verso sea como una llave/ Que abra mil puertas" y termina con los "Últimos poemas", publicados de forma póstuma por su hija Manuela, quien escribió junto al también poeta Eduardo Anguita el inolvidable epitafio de su padre: "Aquí yace el poeta Vicente Huidobro. Abrid la tumba. Al fondo de esta tumba se ve el mar".
EL ESPEJO DE AGUA
Esa puerta abierta por los versos que citamos es el día cero del poeta que hoy leemos y releemos. "El espejo del agua" fue publicado en Buenos Aires, e inaugura el camino "creacionista" que caracterizó su obra nómade.
La vida de Huidobro es también un episodio artístico y aristocrático, llevando a su familia a muchos otros países y también huyendo con la mítica escritora Teresa Wilms Montt.
Huidobro se integró a las tendencias europeas de la época con naturalidad. "Ecuatorial" (1918), por ejemplo, estuvo dedicada al pintor Pablo Picasso (quien lo retrató en un icónico dibujo). También los "Poemas árticos" (1918) se los dedicó a Juan Gris y Jacques Lipchitz. Ambos libros fueron publicados en Madrid.
Compartió páginas en revistas con poetas de la talla de Guillaume Apollinaire, André Breton y Jean Cocteau, entre muchos otros vanguardistas y artistas fundamentales del siglo XX. Impactó y vivió en carne propia toda la escena francesa y española.
Sobre esta "Poesía reunida" dialogamos con Vicente Undurraga, quien reunió a este Huidobro "esencial". Para el editor, "leerlo fue encontrarse con la amplitud. Ocupando una expresión del mismo Huidobro, yo lo llamo un 'movimiento perpetuo'. La obra de Huidobro dio cosas tan inesperadas y tan sorprendentes, que me parece una obra viva que se sostiene y se abre a nuevas lecturas".
"Huidobro tiene poemas largos como en 'Altazor', poemas en prosa como en 'Temblor de cielo', poemas breves como en 'Ártico', un largo poema como en 'Ecuatorial' y colecciones de poemas en sus últimos libros", detalla sobre el poeta que tiene su propio museo en Cartagena, donde falleció. "Poesía reunida" aborda ocho libros. A los antes mencionados en esta página se agregan "Ver y palpar" y "El ciudadano del olvido", el favorito de Undurraga, el editor.
- ¿Quién era Huidobro antes de "El espejo del agua"?
- Si hubiera hecho lo que hizo antes de "El espejo de agua" y hubiera muerto - en ese tiempo- Huidobro sería un poeta totamente olvidable. Su poesía era muy de su época, bien ejecutada y muy vinculada a su mundo. En una de las crónicas de "Pasando y pasando" se ríe de sí mismo y toma distancia de esa manera de hacer poesía, que era un poco al estilo de Gustavo Adolfo Bécquer y de un modernismo un poco trasnochado. Se ríe de las rimas colegiales que él mismo aprendió en el colegio.
- ¿Qué lo hizo dar el salto en su obra?
- Probablemente alguna lectura o cierta apertura al mundo. Ese momento está identificado en general por la crítica con "El espejo del agua". Marca un quiebre con lo que venía haciendo, su figura se empieza a abrir y explota. Y vienen los "Poemas árticos", "Ecuatorial", "Altazor", "Temblor de cielo", empieza a escribir en francés novelas, moverse en muchos frentes. Huidobro trabaja la versatilidad. Va cambiando en los poemas, al principio se aleja de la naturaleza, después se reconcilia. Hay una intransferibilidad. Es él. Es inconfundible, es algo propio.
- ¿Cuál es el diálogo con los artistas a los que les dedica obras?
- Por lo pronto tendría amistades que no sé cuán profundas eran, un diálogo con ese mundo que estaba en relación, son influencias en Huidobro. Con el cubismo uno puede encontrar relación en "Poemas árticos" o "Ecuatorial". Hay una relación más directa con los famosos "Poemas pintados", en que la visualidad tiene un lugar evidente y concreto. Lo que yo detecto desde mi interpretación desde la poesía misma, es que de la relación con las artes plásticas toma cierta libertad para hacer las cosas, en el contacto con figuras como Picasso o Gris. Especulando, debió contagiarse de ellos para soltar las ataduras de esa poesía con que se inició, ellos son espíritus de liberación.
- Parece que la poesía se lee siempre en antologías.
- A los contemporáneos se los lee más libro a libro. Una poeta como Elvira Hernández, por ejemplo, la voy leyendo libro a libro. Pero esas otras obras que acabaron, sea porque el poeta murió o ya está recogida su obra, está la posibilidad de hacer una antología para los que se perdieron ciertas cosas o todas. Esta "Poesía reunida" es una muestra sustantiva. Es circular en un volumen por toda la obra de Vicente Huidobro. Te permite la posibilidad de volver a leerlo en esta justa ocasión.
Huidobro ayudó a la escritora Teresa Wilms Montt a escapar hacia Buenos Aires.
Poesía reunida
Vicente Huidobro
Lumen
472 páginas
$ 16 mil
Por Cristóbal Gaete
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