60 mil personas aún no completan esquema de dos dosis contra el covid
SALUD. Población menor de 39 años es la que más rezagados tiene a nivel regional.
Luego de ocho meses de que comenzara la inoculación contra el covid-19 con la primera dosis a las personas de tercera edad, 228.838 ya han completado su esquema de inmunización en la Región de Antofagasta, lo que corresponde a un 88,53% de la población objetivo a vacunar mayor de 18 años, que en total es un universo de 529.037 individuos, según datos del DEIS.
Y si bien en agosto se logró la primera meta del 80% de pacientes con esquema completo contra el coronavirus a nivel regional, actualmente faltan todavía 60.706 personas para cubrir la totalidad de la población adulta estimada por el Ministerio de Salud (Minsal).
Aún con lo anterior, los datos del DEIS reflejan que todos los rangos etarios están por sobre el 80% de cobertura, siendo el grupo de 18 a 39 años el que menor avance presenta (85,59%), mientras que el mayor corresponde al rango de 70 a 79 años (96,17%).
El seremi de Gobierno, Marco Vivanco, comentó que desde que se logró la meta del 80% de vacunados, "ha sido un poco más lenta la llegada de personas en búsqueda de su segunda dosis". Y agregó que "hay rangos que están un poco más atrasados que son los más jóvenes, específicamente el grupo de 20 a 29 años, que es el que está más atrasado en completar su esquema. Estamos hablando que hay un 83% de cobertura. Por lo tanto, nos falta bastante para llegar a un 90%, que es más o menos que es lo que se acerca el promedio regional".
Vivanco comentó que, además de mantener los puntos de vacunación actualmente disponibles a nivel regional, "vamos a seguir con operativos extramuros, enfocados a algunos rubros o empresas en específico, para ir alcanzando a los jóvenes para que puedan vacunarse".
ESTRATEGIAS
El doctor Michel Marín, vicepresidente regional del Colegio Médico (Colmed), plantea que, al ser un rango etario que mayoritariamente activo laboralmente, debe existir mayor disponibilidad de los empleadores para dar permisos a sus trabajadores para que puedan vacunarse. "Hay varios puntos dentro de la ciudad, pero creo que también debe haber una voluntad del empleador para incentivar a vacunarse dentro del horario de trabajo, que es donde habitualmente funcionan los vacunatorios, y cierran a las 14 horas. No toda la gente puede".
A lo anterior, agrega que "hay que hacer un tiempo de espera para estas personas, tal vez cerrar los puntos de inoculación a las 16 horas. Debería ser un horario pensado en la gente que trabaja y que no le es fácil ir a inmunizarse".
La doctora Marcela Garrido, urgencióloga de la Clínica Universidad de los Andes y directora del Departamento de Epidemiología y Estudios en Salud de la misma casa de estudios, explica que "lo mejor sería acercar los puntos de vacunación y haciendo más flexibles los criterios con los que se están inoculando, algo que lo hace más difícil a aquellos que aún no reciben ninguna dosis".
"Mientras uno más le acerque la dosis a la gente, más fácil será para ellos, y más se van a entusiasmar. La idea es bajar las barreras", agrega.
Los especialistas consultados también concuerdan en que dentro de este grupo de rezagados hay quienes aún no confían en las dosis.
El doctor Marín comenta que "a casi un año, hemos visto que las vacunas no producen ninguna complicación. Más encima han hecho un cambio del punto de vista epidemiológico, sobre todo en los hospitalizados graves por el covid-19. Han aumentado los casos, pero no los hospitalizados, eso se debe claramente a la vacuna. No hay argumentos para seguir insistiendo en no vacunarse. Si antes era absurdo, ahora es totalmente insostenible.".
En tanto, la doctora Garrido sostiene que "aquí lo importante es llegar con la información correcta a esta población. Tratar de identificar líderes de esos grupos y, en un trabajo uno a uno, empezar a cambiar ese discurso, informándolos de la realidad, de lo que ha estado pasando y lo efectivo de la vacuna. Que tenemos datos propios, que no hay efectos adversos y es una dosis segura". Y añade que "probablemente estos incentivos, como el pase de movilidad, si es que se ponen más estrictos en la supervisión de que se cumplan los aforos, también puede ser motivador".
"Lo mejor sería acercar los puntos de vacunación y haciendo más flexibles los criterios con los que se están inoculando".
Dra. Marcela Garrido, Urgencióloga de la, Clínica Universidad de los Andes