Nadac Reales del Canto es biotecnóloga y egresada de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Antofagasta. Nació en Calama, pero ha vivido toda su vida en Antofagasta.

Es la mayor de tres hermanos. Hija de padre nacido en Chuquicamata, quien dedicó casi toda su vida a trabajar en la minería, y madre taltalina, dedicada al comercio, "quienes me entregaron lo más importante de una persona, los valores y la importancia de estudiar".

Actualmente, tomó gran notoriedad, no solo regional, sino nacional, por su proyecto "Spiromet", que estudia bacterias que pueden cambiar el futuro de la minería al desintegrar la chatarra metálica.

¿Dónde creciste y qué recuerdos guardas de tu infancia?

-Nací en Calama, sin embargo, crecí en Antofagasta. Recuerdo que mi infancia no fue fácil, junto con mi hermana tuvimos que trabajar para apoyar a la familia. Por ello, siempre tuve presente que estudiar era importante y más aún cuando vi a mi hermano ingresar a la universidad. Desde pequeña mi sueño fue ser profesional, con la finalidad de poder cumplir con los sueños de mis padres y entregarles todo lo que merecían, antes que fuera muy tarde.

¿Qué te apasiona de tu profesión?

-Siempre supe que quería ser investigadora, desde pequeña fui observadora y detallista de cosas que están y existen pero que muchas veces las personas no ven, era paciente, sabía que las cosas necesitan un proceso, siempre vi el diamante en cada trozo de carbón que me presentaba la vida.

El estudiar Biotecnología, me dio la oportunidad de escoger el área donde quería especializarme, siendo la Biominería, que consiste en utilizar microorganismos capaces de generar mejoras o desarrollar nuevos productos y/o proceso sustentables para resolver desafíos en la industria minera.

¿De qué se trata tu investigación?

-Mi investigación consiste en un desarrollo biotecnológico innovador, único a nivel mundial, el cual utiliza un conjunto de microorganismos capaces de biodegradar en un 100% las estructuras metálicas.

Estos microorganismos fueron adaptados a condiciones aún más extremas de lo habitual, con la finalidad que desarrollaran la capacidad de biodegradar las estructuras metálicas, específicamente las estructuras de acero.

Esta tecnología promete ser el único proceso sustentable que permita descontaminar ecosistemas colmados por desechos metálicos no reciclados, proporcionando un subproducto de alto valor comercial en el proceso extractivo de cobre.

Así nace Spiromet, cuya tecnología es capaz de contrarrestar los efectos del cambio climático producidos por la acumulación de estos desechos.

¿Qué consejos darías a quiénes les gustaría ser científicos?

-Todos desde niños tenemos un espíritu inquieto, que desea tener respuesta a todas sus interrogantes, si estas inquietudes permanecen constantes, podríamos decir que yace un futuro investigador.

-El camino para convertirse en un investigador no es sencillo, primero es necesario adquirir constantemente conocimiento especializado, generar investigación, disponer de recursos económicos, entregar una dedicación constante, ser persistente, tener la capacidad de superar la frustración y lo más importante es mantener la pasión por conseguir tu objetivo final.

Adicionalmente es muy importante rodearte de personas de confianza que te apoyen en tus sueños, establecer una red de colaboradores, mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal.

¿Cuál es tu mayor sueño?

-Actualmente mi sueño a corto plazo es poder validar mi desarrollo tecnológico "Spiromet" a una escala real y mi sueño a largo plazo es que "Spiromet" se reconozca como una tecnología que nació en la Región de Antofagasta y se posicione como referente a nivel internacional.

¿Cómo te gustaría que fuera Antofagasta del futuro?

-Antofagasta cuenta con una diversidad de recursos inmensurables que utilizados de forma consciente para el desarrollo de procesos y productos puede convertirse en polo de innovación, referente a nivel nacional e internacional.

Me gustaría que Antofagasta en el ámbito científico, se caracterizara como una ciudad desarrolladora de soluciones tecnológicas y manufactureras de nuevos productos a partir de la materia prima que se extrae en nuestra región.

Tengo la convicción que la capital regional podría marcar la diferencia, debido a que dispone de recursos naturales muy valiosos a nivel internacional, cuenta con el capital humano avanzado que posee las competencias para el desarrollo de nuevo conocimiento y el compromiso de la sociedad. Con el compromiso de todos, Antofagasta podría pasar de una ciudad extractiva a una ciudad generadora de soluciones innovadoras a nivel mundial.