Redacción
Este martes se conmemora el Día Internacional de la Dermatitis Atópica, un fecha que permite visibilizar esta patología cada vez más frecuente y que, según diversos expertos, puede llegar a afectar hasta al 15% de la población mundial, en distintos grados, en especial a adultos que terminan siendo diagnosticado con este cuadro.
VIVIR CON ELLA
La dermatitis atópica se trata de una condición inflamatoria crónica de la piel, que se manifiesta con placas eccematosas, es decir, con lesiones rojas descamadas con costras, que incluso pueden llegar a excretar líquido en etapas agudas y sangrar. El síntoma más importante de esta reacción es el prurito o picazón.
Según el relato de Belén Isuani, nutricionista de 24 años y que lleva 21 diagnosticada con dermatitis atópica, "la calidad de vida se ve afectada desde que comienza tu día", afectando incluso el sueño y el descanso, dado que "la piel pica mucho durante la noche".
"Siempre duermo con guantes y en mis crisis más severas he dormido hasta amarrada. Luego viene la ducha, donde las heridas en tu piel arden muchísimo. Después está el cómo te ves y cómo te vistes, para tapar tus lesiones", asegura y señala que también se ha visto agobiada por la atención y las preguntas de la gente cuando la enfermedad está "brotada".
"Una vez me pidieron derechamente que me pusiera base en mis lesiones. Tuve que usar cinco capas, incluso a pesar de que lo que necesitaba mi piel en realidad era respirar", complementa Eugenia Pieraccioli (36), quien fue diagnosticada hace siete años con dermatitis atópica y ha padecido varias crisis por un fuerte estrés.
Riesgos impensados
El doctor Javier Arellano, dermatólogo de Clínica Santa María de La Dehesa, en la Región Metropolitana, y jefe de Dermatología del Hospital San Borja Arriarán, alerta que la patología no sólo termina afectando la piel sensible, sino además el sueño, lo que eleva el riesgo de desarrollar trastornos emocionales, enfermedades metabólicas e incluso accidentes vasculares a quienes la padecen.
"Además, al ser una enfermedad inflamatoria, se ha visto que quienes padecen de dermatitis atópica tienen también más riesgo de desarrollo de algunas enfermedades autoinmunes, así como también otras enfermedades del espectro atópico como alergias alimentarias y asma bronquial", asegura el médico.
El especialista además asegura que el diagnóstico y prevalencia de la enfermedad cada vez es más alto a nivel global. "Esta patología se está diagnosticando cada vez más, especialmente en zonas urbanizadas, debido a que el sistema inmunitario se altera, al no tener que lidiar con estímulos de riesgos de infecciones. Antes se describía a la dermatitis atópica como una dolencia mucho más frecuente en pacientes menores de seis años, pero hoy vemos que se diagnostica cada vez más en adultos", detalla.
TRATAMIENTOS
Patricia Carmelo, presidenta de la Fundación Creciendo con Alergias, cuenta que en 2019 se realizó una primera encuesta sobre dermatitis atópica, donde pudieron recoger testimonios "desgarradores" de los pacientes. "Suelen sentir mucha angustia, se hacen expertos en taparse las lesiones, algunos no se atreven a tener pareja por tener vergüenza de mostrarse. Y los tratamientos que hay disponibles, para los pacientes severos, son de alto costo".
Respecto de las terapias, según el doctor Arellano el 80% de los pacientes hoy se controla con tratamientos tópicos y medidas generales de cuidado de la piel. Sin embargo, a otro 20% no le bastan estos cuidados generales, sino que necesita n acceder a otros tratamientos, entre ellos fototerapia y tratamientos sistémicos, como inmunosupresores que dejan a los pacientes "más susceptibles a desarrollar infecciones importantes".
También están los tratamientos biológicos o moleculares o de última generación, que tienen una alta efectividad, pero elevados costos.
80% de los pacientes logra mantener a raya la dermatitis con tratamientos comunes. Otro 20% requiere costosos medicamentos.