Así no se puede bailar
"Al final la lista del pueblo intenta seguir con 3 vocalistas con varios managers y poco público". Osvaldo Villalobos Corante, Analista político
A propósito de la evidente disociación en Chile entre el poder y los ciudadanos (sobre todo los más jóvenes) la politóloga Marisa Von Boluw escribió hace algunos años un texto que a estas alturas es casi una sentencia. En ella destaca la frase "dos para bailar un tango" requisito mínimo para entendernos en términos republicanos y salir entre todos de las coyunturas políticas.
Claro, el tango pudiera parecer anticuado y fuera del interés general, por lo que es necesario nuevos ritmos o nuevos músicos.
Los nuevos artistas (algunos reconvertidos) están hace algún tiempo tratando de encantar al público, algunos tocan el ritmo que se les pida, la mayoría sigue tocando música pasada de moda y otros intentan imponer la música, en este escenario pocos quieren salir a la pista con ellos después de las evidentes desafinadas y problemas de coordinación.
Sin embargo, algunas agrupaciones lograron más simpatía y tuvieron el beneficio de la duda y la gente los escuchó. El grupo lista del pueblo apareció con varios éxitos constituyentes, muchos esperaban la segunda presentación, pero decepcionaron a sus seguidores. Como suele ocurrir en el mundo "artístico" los egos y la fama son difíciles de controlar y el naciente éxito se convirtió un fracaso absoluto. Muchos ya habían comprado su merchandising y salían a las calles orgullosos de la moda corpórea, pero ahora todos reniegan del grupo y los dejaron de seguir.
Al final la lista del pueblo intenta seguir con 3 vocalistas con varios managers y poco público.
Otra de las agrupaciones emergentes fue el conocido PDG aunque, más que un grupo, es su vocalista la estrella principal. Este artista, tuvo una carrera antes como solista, pero no prosperó. Quizás se dio cuenta que necesitaba de otros para llegar a más público, pero en el camino otro quiso liderar. Al final terminaron eligiendo al líder en una votación que sólo incluyó a los que aportaban al grupo dejando al público general fuera del proceso. "El partido de la gente" curiosamente excluyó de sus primarias a la gente. La militancia ganó esta vez con solo 25% de participación interna.
El que quiso también ser estrella terminó fuera del grupo intentando llevarse a parte de los seguidores y hablando pestes de Parisi y acusando de mafia interna.
Vemos entonces en los nuevos artistas las mismas cuestionables formas que se supone querían cambiar, los egos, la idolatría y la sed de poder los dejó tan dañados como a los antiguos. Así no dan ganas de bailar.
No crea que amable lector que con esta columna lo estoy invitando a bailar los clásicos o que desempolve la vieja vitrola, más bien considérelo una invitación a buscar su propia música o transformarse usted en músico e intente crear sus melodías, estamos ansiosos de escuchar nuevas propuestas quizás usted, si tenga la llave que abra el camino a un verdadero nuevo estilo.
A todo esto, este sábado 21 de agosto hay un baile de la vieja escuela, se ha difundido poco, los artistas no son muy novedosos y algunos creen que solo llegarán los añorantes de lo más retro. Habrá que ver si esa orquesta y las otras aún pueden hacernos vibrar y sentir el contagiante compás de la democracia.
Usted decide.