Cuba: ¿qué rol ocupará América Latina?
"Estas generaciones no tienen la lealtad a ese proceso de las generaciones coetáneas a Fidel y Raúl Castro". Raúl Allard Neumann, Director del Magíster en Relaciones Internacionales PUCV
Las manifestaciones antigubernamentales en La Habana y otras ciudades cubanas han sorprendido a la opinión pública internacional por el férreo control político que ha mantenido el régimen comunista en la isla. Las explicaciones de este movimiento popular son expresión directa del mal manejo de la pandemia por el gobierno del Presidente Díaz-Canel, crisis alimentaria y cansancio de décadas de represión política. También parecen haber razones de carácter generacional.
En las manifestaciones han participado principalmente hombres y mujeres nacidos en las últimas décadas, después de la Revolución Cubana, que tienen una visión política más amplia y contemporánea y no entienden que todo -incluyendo los atropellos a derechos humanos- se pueda justificar por la defensa de la Revolución. Estas generaciones no tienen la lealtad a ese proceso de las generaciones coetáneas a Fidel y Raúl Castro. Además, la nueva Constitución de Cuba, aprobada por referéndum, si bien mantiene el sistema de partido único, reconoce derechos que ahora se desconocen.
¿Puede esperarse algún tipo de apertura del gobierno cubano? Hasta ahora se ha visto lo contrario. En todo caso, si se revisa la integración del gobierno actual y del órgano legislativo, la Asamblea Nacional del Poder Popular, son muy pocos los que quedan de los comandantes de la Revolución que combatieron en Sierra Maestra y que han estado por sobre la propia institucionalidad cubana.
El gobierno cubano atribuye las protestas a las consecuencias económicas y políticas del bloqueo norteamericano. Al respecto, nos parece anacrónico ese bloqueo y sería el momento en que la nueva administración de Biden, junto con pedir el cese de la represión, aproveche esta coyuntura para reiniciar un acercamiento como el que hubo con el régimen de Obama en el espíritu de una mayor apertura política.
En todo caso, es injustificado y absurdo que el régimen cubano atribuya al bloqueo las legítimas aspiraciones del pueblo cubano de mejores niveles de vida y libertad política y de que se respeten sus derechos humanos.
¿Qué puede hacer América Latina? La mayoría de los gobiernos han criticado la represión política y han llamado a permitir las manifestaciones y no ahogar la libre expresión y los medios de comunicación, a terminar la represión violenta y detenciones ilegales.
Creemos que pueden darse también otros pasos: emprender algún tipo de acción coordinada latinoamericana que permita interceder en favor de los grupos disidentes frente al gobierno de Díaz-Canel. Además, procurar mediar entre Cuba y Estados Unidos para lograr mayores libertades y una mejor coordinación.
Es cierto que Estados Unidos, desde la independencia de Cuba de España a fines del siglo XIX, ha influido políticamente en la isla desde diversas perspectivas. En 2021, América Latina y el Caribe pueden asumir un rol activo: transformar este momento de levantamiento popular en una ocasión para el logro de un mayor bienestar y oportunidades políticas y económicas para el pueblo cubano.