Redacción
Este martes culmina la segunda misión lunar científica análoga (simulada) del chileno Sebasthian Ogalde, un joven ingeniero civil eléctrico que postula a convertirse en astronauta.
El antofagastino de 27 años fue una de las seis personas que por nueve días convivieron en la base del proyecto Asclepios, que la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) tiene en los Alpes de Suiza y que cuenta con el respaldo de la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Estamos 100% desconectados, bajo la supervisión de un centro de control que nos da soporte en todos los ámbitos, desde preguntas sobre nuestros experimentos hasta las horas de sueño", indica tras haber obtenido un permiso especial para esta entrevista.
Respecto de las misiones reales, las diferencias con esta prueba son la duración y la presencia de gravedad.
"Además de estar aislados, a un kilómetro de la ladera del cerro y 400 metros bajo la roca, vivimos con una temperatura de 14 grados y los alimentos absolutamente racionados. Nuestros signos vitales se testean a diario. Nos hacen seguimiento psicológico e ingenieros biomédicos y personal sanitario se comunican permanentemente con los oficiales de salud de la tripulación", cuenta.
Según Ogalde, el equipo que también integran especialistas de distintos países europeos en astronomía, ingeniería, física e informática, sigue un estricto "plan de vuelo".
"Llevamos casi dos años, desde diciembre de 2019, trabajando juntos para generar sinergias y sensación de grupo. Somos una tripulación y en una misión tan importante uno prácticamente le confia la vida a otras personas", añade.
El profesional y sus compañeros fueron entrenados buceando en lagos congelados, de noche y a más de 20 metros de profundidad, además de pasar por exámenes médicos y psicológicos.
"Fuimos asesorados por Claude Nicollier, el primer astronauta suizo. Vino de visita y nos dijo que estaba muy sorprendido por nuestra organización y que la base tenía todas las condiciones de una misión en el espacio. Él fue seis veces, así es que sabe bastante bien de lo que habla", reveló el exalumno de la Pontifica Universidad Católica.
Reconociendo terreno
Entre otros experimentos, Ogalde participó en un reconocimiento de terreno y clasificación de sus elementos geomorfológicos en las afueras de la base, ataviado con un traje especialmente confeccionado para sobrevivir en el espacio exterior.
También se involucró en la operación a distancia de un taladro con el que el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Nasa esperan extraer agua desde las napas subterráneas en Marte.
"Fueron cinco horas de trabajo, con científicos observando desde la sede del MIT (emplazada en el noreste de Estados Unidos) todas nuestras maniobras", detalla.
Ogalde participa de esta iniciativa de corte académico durante sus vacaciones, pues trabaja como ingeniero satelital en la ciudad italiana de Turín, en Thales Alenia Space, el principal proveedor europeo del rubro. Actualmente, labora desarrollando un satélite de índole científica.
Sin embargo, su reto es convertirse en astronauta. "A los 20 años, me propuse hacer todo lo necesario para cumplir ese sueño", afirma.
Partió estudiando astronomía, pero al cabo del segundo año se cambió a ingeniería. En el camino, se fue a San Petersburgo a aprender ruso. Luego hizo un magíster en Mecatrónica en el Politécnico de Turín.
Al proyecto Asclepios, ingresó tras sortear el proceso de selección que incluyó a unas 300 personas. El último paso fue con protocolos similares al que ocupa la ESA para seleccionar a sus astronautas.
"Al ser chileno, no hay opciones de ir al espacio, porque es una cuestión regulada por agencias gubernamentales. Ha sido un camino que he descubierto solo (...) Mi opción es real, pero por las nuevas iniciativas privadas. Es bastante factible que pueda viajar a testear algo, como lo estoy haciendo aquí", asegura.
27 años tiene el antofagastino, que estudió astronomía e ingeniería antes de hacer un magíster en Mecatrónica en el Politécnico de Turín.
14 grados es la temperatura de la base lunar simulada ubicada en los Alpes suizos donde Sebasthian Ogalde realiza su misión.