"Lo que más me emocionó fue cuando los convencionales aceptaron el cargo"
El momento de tensión fue captado por las cámaras y visto por todo el país. En medio de incidentes en las afueras del antiguo Congreso Nacional entre carabineros y manifestantes, los constituyentes comenzaron a insistir en que se detuviera la primera sesión hasta que se calmara el caos en las calles de Santiago. En ese instante, la convencional Elsa Labraña se vio gritándole a Carmen Gloria Valladares, quien intentaba calmar los ánimos.
Valladares, secretaria relatora del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), mantuvo esa templanza durante toda la primera sesión de la convención, la cual debía dirigir hasta que se escogiera a la presidencia de la asamblea. Y esta misma actitud catapultó a la antofagastina a ser uno de los rostros más emblemáticos de aquel día tan histórico en el país.
Mar y desierto
Lily Carmen Gloria Valladares Moyano nació el 4 de abril de 1954 en Antofagasta, hija única de dos profesores: Juan Valladares Orellana y Lily Moyano Álvarez. Cuenta que estudió primero en el colegio British School, y posteriormente en el colegio San José de donde salió de cuarto medio en 1972. Luego, estudió Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
"Voy todos los años a Antofagasta. Por razones sentimentales, a mirar ese mar maravilloso, sus montañas, ese desierto, caminar sus calles", cuenta la abogada.
Luego de pasar por la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional, Carmen Gloria llegó al Tricel, en 1987, en donde lleva 35 años trabajando. Entonces, coincidió con el plebiscito del Sí y el No en dictadura, y luego tuvo que enfrentar la elección del Presidente Patricio Aylwin. Desde ahí, ha visto todos los procesos electorales que han pasado por Chile desde el retorno a la democracia.
"Mi vida es lo electoral, todo lo que se vincule con lo democrático. Ese es mi trabajo. He sido veedora internacional en más de 38 procesos internacionales de observación electoral en las Américas, y formo parte de la Asociación de Altas Magistradas", dice.
¿Hay algún proceso que recuerda o le haya marcado?
-Son todos tan emocionantes y solemnes, que no hay una diferencia de un hecho histórico. Pero hay una anécdota: mi papá, Justo Valladares, fue profesor en la escuela de Mejillones. Yo siendo niña, iba siempre a correr por esas arenas maravillosas. Una vez -ya siendo abogada- me tocó ir por la Asociación de Municipalidades allá. Y conversando con los concejales de la comuna, se me acercó un señor y me dice que conoció a un Valladares, que había sido alumno de uno. Se refería a mi padre, Justo Valladares. Y me dijo: 'Fíjese que yo soy concejal porque él me enseñó la vocación democrática y el respeto a las instituciones'.
"A mi padre, siendo profesor, le tocó instalar los primeros cimientos de lo que se llamó la Escuela 28. Y hoy día se llama Escuela Las Américas Justo Valladares Orellana. Lleva su nombre", añade.
Tensión en la asamblea
En medio de la tensión en el primer día de la convención, Valladares tomó una determinación al momento: suspender por un instante la apertura de la asamblea, hasta que la situación al exterior del Palacio Pereira se tranquilizara.
Finalmente, la sesión se retomó al mediodía. A las 15 horas, luego de dos votaciones para escoger a quién presidiría la convención, Elisa Loncón, lingüista y representante del pueblo Mapuche, fue electa como presidenta con 96 votos a favor de los 155 miembros que componen la asamblea. Ya entrada la noche, se escogió al abogado constitucionalista Jaime Bassa como vicepresidente.
¿Pensó que ocurriría algo como lo visto el domingo?
-Uno siempre piensa que pueden ocurrir distintas cosas. Pero la verdad es que no pensé que sería tan severa la situación (…). Terminé de escuchar el himno, y me di cuenta de que ese acto se debía suspenderse. Yo quería una fiesta democrática. Quería que mi país estuviera avanzando hacia un Chile mejor. Y si me estaban diciendo que habían disturbios cerca del palacio del congreso, eso en mi corazón no era posible aceptarlo.
¿De dónde sacó esa paciencia?
-No fue una postura. Yo soy así, pero esta templanza siempre viene acompañada con los años. Los años te hacen prudente. Estar más tranquila. Y al mismo tiempo, la absoluta convicción de que ese acto se tenía que celebrar.
¿Sintió nervios?
-No, pero estaba preocupada.
¿Pensó que la sesión podía suspenderse en algún momento?
-No. No lo pensé. No se me pasó por la mente.
¿Qué sintió cuando le pasa la presidencia a Elisa Loncón?
-Fue emocionante, muy emocionante. Y debo confesar que el momento que más me emocionó, dentro de la solemnidad del acto, fue cuando invité a los convencionales a ponerse de pie para aceptar el cargo. Cuando se paran y contestan a coro republicano "Sí, acepto", ese fue un momento también de mucha emoción. También fue emocionante cuando se hace el escrutinio público, que determinó que Elisa Loncón iba a presidir la convención constitucional, al igual que cuando se escogió al abogado Jaime Bassa como vicepresidente. Son altas autoridades ahora del país, que tienen las esperanzas de un Chile mejor.
"La verdad es que no pensé que sería tan severa la situación (...) Quería que mi país estuviera avanzando hacia un Chile mejor. Y si me estaban diciendo que habían disturbios cerca del Palacio del Congreso, eso en mi corazón no era posible aceptarlo".