"No puedo alejarme del mar y no concibo mi vida lejos de las costa"
Marcelo Flores (41) nació en la ciudad vecina de Tocopilla, no obstante fue en Antofagasta donde ha desarrollado gran parte de su vida profesional.
En la capital regional estudió kinesiología en la Universidad de Antofagasta. Y pese a que en algunos periodos de su vida trabajó en otros rincones del país, siempre retornó a la ciudad.
El actual director de la carrera de Kinesiología de la Universidad Pedro de Valdivia (UPV) Antofagasta, es asiduo a la práctica de diferentes disciplinas deportivas, pero es en la flauta traversa a que le ha permitido conocer distintas ciudades y de amistades.
¿Dónde creció? ¿Cuáles son los mejores recuerdos de infancia?
Soy un hijo de Tocopilla. En esta hermosa ciudad viví los primeros años de mi vida, prácticamente toda mi familia es de allá. Creo que los mejores recuerdos de mi infancia los tengo de aquel lugar. Esas interminables jornadas de juego en las casas de mis abuelas y tías, rodeado de primos y amigos de barrio, sumado a celebraciones de cumpleaños. Al pasar los años, con mi familia migramos a Iquique, en donde finalicé mi educación básica y media en el "Don Bosco". Hasta el día de hoy nos seguimos juntando con los compañeros de curso haciendo carne el lema del colegio, entender que en la vida "Más arriba siempre hay Sol".
¿Por qué decidió radicarse en Antofagasta?
Me enamoré, me desenamoré, como muchos, pero no pude dejar de enamorarme cada vez más de esta Antofagasta querida y de sus habitantes. Es una ciudad con muchos lugares, llena de apellidos croatas, griegos, chinos, árabes, palestinos, españoles, entre otros. Además, no puedo alejarme del mar y no concibo mi vida lejos de las costas.
¿A qué lugar de la ciudad le gusta ir? ¿Por qué?
Pienso que no hay que alejarse mucho para encontrar de todo, a unos pasos. Me encanta la costanera y la vida que ocurre en ella, ya que ve una gran cantidad de personas que se han convocado en este gran gimnasio al aire libre con el que contamos. En estos tiempos de pandemia podemos ver a familias, jóvenes, adultos y personas mayores realizando algún tipo de actividad que benefician su salud, lo que es muy recomendable en estos tiempos. Además vemos emprendedores, artesanos, restoranes y feriantes, todos se convocan en la costanera del lado norte, del centro y del sur de la ciudad. Al hacer memoria, muchas de las grandes actividades culturales y de celebración ocurren allí.
¿Practica algún pasatiempo?
Más que un pasatiempo, he dedicado gran parte de mi vida y desde el colegio a la interpretación de flauta traversa. Esto me ha dado la oportunidad de conocer a maravillosas personas, de ver la vida desde un prisma diferente. Desde que entré a estudiar Kinesiología en la UA, pertenecí a su Orquesta de Cámara desde la cual con el profesor Juan Jusakos Calfa, viajamos por un montón de ciudades y pueblos de nuestra región y también al extranjero. Grandes experiencias e imborrables recuerdos.
La pandemia ha originado varios cambios. ¿Qué ha aprendido y qué aspectos de su vida se han transformado?
Lo primero que aprendí es a valorar a los que tengo alrededor. No es que antes no los valorara, pero ahora te das cuenta de lo importante que es un llamado telefónico, un saludo, un "estás bien?". Muchos han perdido la vida o a un familiar cercano y esto perturba todo lo que antes tenías por seguro. Escuché esta frase el año pasado en relación a esta pandemia: "Cuando un beso se transforma en un arma, cuando la vida se detiene, tal vez cuando volvamos a caminar lo hagamos más despacio, más cercanos, más humildes, más humanos".
Ud. es docente, ¿De qué forma los profesionales que forma han apoyado en pandemia ?
Soy kinesiólogo de profesión y corazón, y me da mucha satisfacción el reconocimiento que se le ha dado en este último tiempo a la labor que han y siguen desarrollando mis colegas. Hoy en día, se nota la falta de kinesiólogos para completar los cupos debido a la alta demanda de pacientes enfermos y hospitalizados por covid-19, y muchos que se han reinventado en esta pandemia y han dejado otras áreas más tradicionales de la kinesiología con un déficit de profesionales.
¿Qué importancia tiene la familia en su vida?
Sea cual sea la configuración de la familia, es la base de nuestra sociedad. Pienso que no hay mejor educación que la que se hace con el amor y qué mejor fuente de amor que la familia. Este ideal seguramente se ve distorsionado al vivir en una ciudad donde existe un importante número de población flotante, en donde no todos tienen la oportunidad de "moverse" con todo su clan familiar para radicarse acá. En mi caso, mi padre y madre me dieron el mejor regalo de la vida al darme una educación con valores y principios morales, que han orientado las decisiones más importantes de mi vida. Espero transmitir estos valores y principios a mis hijos.
antofagastinidad. Marcelo Flores, director de la carrera de Kinesiología de la UPV Antofagasta.