El Gobierno de Chile ha hecho muchos esfuerzos para buscar la forma de ayudar a todas las familias del país en medio de la pandemia, y sin duda alguna, el nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE Universal) es un importante apoyo que viene a paliar en cierta forma, las crudas consecuencias de un escenario que hace más de un año nos ha obligado a mutar nuestra manera de vivir.

El IFE es una ayuda económica que busca apoyar a los hogares que se han visto más afectados por la crisis sanitaria y económica provocada por el covid-19, y desde ahora llegará prácticamente al 100% de familias inscritas en el Registro Social de hogares (RSH).

Queremos que todas las familias puedan recibir este apoyo, el cual cerró su primera etapa de inscripción el 15 de junio, pero que abrirá un nuevo llamado entre el próximo lunes 21 y el miércoles 30 de junio para las personas que no alcanzaron a hacer el trámite. Para quienes soliciten el IFE en ese periodo, el beneficio llegará junto al pago de julio.

Entre el 05 y 15 de junio, 1.889.879 familias solicitaron el aporte correspondiente al mes de junio en www.ingresodeemergencia.cl. De ellas, 917.246 son familias que se encuentran hasta el 90% del Registro Social de Hogares, mientras que 145.468 están en el tramo del 91% -100%. Las 827.165 otras familias inscritas en el sitio del IFE Universal se encuentran en proceso de obtener su calificación en el RSH.

El beneficio llegará a la totalidad de las familias del Registro Social de Hogares durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, mes en que se pagará el 50% de lo recibido los meses anteriores.

Para la entrega de este IFE Universal no se tomará en cuenta el umbral de ingresos de los hogares que estén hasta el 90% del RSH. Para el caso de los hogares que estén entre el 91% y el 100% según la Calificación Socioeconómica, deberán entregar una declaración de ingresos que indique que el hogar que realiza la solicitud no debe sobrepasar el umbral definido, que es de $800.000 por integrante.

El monto entregado será de $177 mil para un hogar unipersonal, mientras que un hogar de 3 personas recibirá $400 mil y una familia de 4 integrantes obtendrá $500 mil durante junio, julio, agosto y septiembre (50%). De ahí en adelante, el Ejecutivo podrá extender los beneficios según lo amerite la situación sanitaria. Es la transferencia directa más alta que se ha hecho en la historia de Chile y, con ella, ninguna familia del país quedará por debajo de la línea de la pobreza en este período tan adverso que nos ha tocado vivir, y que día a día seguimos combatiendo.

La segunda vuelta de la elección de Gobernador Regional en Antofagasta dejó importantes lecciones para el mundo político, en especial para la centroderecha, que enfrentó un desafío cuesta arriba en los comicios con su candidato Marco Antonio Díaz, a quien debemos reconocer con toda justicia su valentía por enfrentar un importante desafío en tiempos en que la política parece una actividad desacreditada. Podemos decir, entonces, que hoy ser candidato a un cargo de elección popular es de valientes, especialmente en contexto de pandemia, fenómeno que dificulta a los liderazgos emergentes darse a conocer y posicionar sus nombres.

Los recientes comicios brindan importantes aprendizajes para la centroderecha, principal damnificada en la elección. Es imperativo trabajar con sentido de unidad, integrador, convocante, desempeñando en aquello un importante rol los equipos de campaña en la difusión de las comunicaciones y actividades de los candidatos; y también los dirigentes políticos, poniéndose a disposición de aquéllos. No es sano en estos momentos para la centroderecha regional buscar los chivos expiatorios, pero es muy relevante corregir aquello que, internamente, debe ser objeto de análisis.

La centroderecha enfrenta un panorama lúgubre tanto a nivel local como nacional, pero no por ello debiese decaer, muy por el contrario, es importante que defienda los principios de una derecha social y republicana, que deje atrás las recetas economicistas como respuesta a los problemas sociales. Los chilenos demandan una democracia mucho más participativa y empática con sus necesidades primarias y es ahí en donde cada sector político debe ser capaz de defender sus propias ideas.

A nivel local, es importante que la centroderecha concentre sus esfuerzos en las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales de noviembre de 2021. La clave estará en el desarrollo de un trabajo en equipo, en donde las comunicaciones sean fluidas, las actividades de apoyo a las candidaturas sean conocidas por todos, participando en estos desafíos electorales todos los partidos políticos de la coalición con sus militantes y dirigentes, además de independientes con ideas afines al sector, liderazgos jóvenes y con experiencia. Los equipos pequeños no necesariamente representan la panacea. En este momento, la centroderecha local requiere del aporte de todos. Y las sugerencias planteadas anteriormente, debieran representar una práctica cotidiana, no sólo recurrir a aquellas en tiempos de crisis, caso contrario, el sector se enfrentará a una derrota de proporciones en las próximas elecciones.

En estos momentos, no sirven las recriminaciones, lo cual no invalida la posibilidad de realizar diagnósticos respecto al panorama electoral actual. Es importante mirar hacia adelante y sopesar los aprendizajes que deja una elección para todos los actores: ciudadanos, candidatos, militantes y dirigentes de partidos políticos; enfatizar una política con mayúsculas, con sentido de unidad, sin divisiones.

Cuando en el país aún se viven los resabios de la segunda vuelta en la elección de gobernadores y gobernadoras regionales, se nos aparecen rápidamente nuevos comicios. La presidencial que ya está instalada en los medios de comunicación y lo que serán las parlamentarias y votación en la que se elegirá a los consejeros regionales de noviembre próximo.

Los cronogramas fueron alterados por la pandemia pero era conocido que este año sería netamente de campañas y votaciones. Por ello hay poco tiempo para los grandes análisis y estudios. Las coaliciones políticas y la ahora importante fuerza de los independientes tienen que ir de lleno en la preparación de estos procesos.

Y, como lo exponíamos, las presidenciales ya se viven, con las apariciones de los precandidatos de los diversos sectores, quienes lanzan sus campañas y programas de gobierno. Todo ello en la previa de las primarias que habrá en la centroderecha con Mario Desbordes (RN), Sebastián Sichel (Independiente), Joaquín Lavín (UDI) e Ignacio Briones (Evópoli). Además en un sector más de izquierda entre Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (FA), y con una interrogante en lo que podrá ocurrir en la Unidad Constituyente que podría definir a su candidato (a) entre las postulaciones de la Democracia Cristiana, el Partido Radical y el Partido Socialista en los nombres de Yasna Provoste, Carlos Maldonado y Paula Narváez, respectivamente.

Y otra gran incógnita es que si de aquí a noviembre la ley de voto obligatorio estará promulgada para asegurar una mayor participación. Porque esa es la apuesta de los grandes bloques políticos y legisladores que quieren una menor abstención y una mayor legitimidad a los electos.

El electorado aún se mantiene expectante porque a la fecha las elecciones no logran entusiasmar. Es conocido que elegir presidente o presidenta mueve a los votantes, aunque la pandemia, los contagios y restricciones pone a los comicios en un segundo plano.

El avance de la vacunación, la baja en los infectados y la entrada de meses más cálidos pueden cambiar un panorama, que hoy tiene pequeñas luces, se encienda definitivamente y volvamos a vivir la fiesta republicana que por años nos hizo conocido en el mundo.