Felipe Garrido Garrido es abogado y emprendedor. Nació en Concepción hace 35 años, y en 2003 llegó a la región e ingresó a estudiar Derecho en la Universidad Santo Tomás.

Durante el ejercicio de su carrera ha trabajado en áreas del derecho laboral, familia, derecho inmobiliario y derecho público. Actualmente desempeña su carrera en el municipio de Sierra Gorda, donde es director jurídico.

Como muchas personas que han llegado a la región desde otras latitudes, este profesional proyecta su vida en la zona y, no sólo eso, además pretende continuar en la senda del servicio público, donde descubrió una vocación.

¿Qué fue lo que más te llamó la atención al llegar a la ciudad desde Concepción ?

-En primer lugar el nivel de desarrollo de esta región minera, que aporta gran parte del PIB a nuestro país, por lo mismo fue una sorpresa encontrarme con una capital regional en constante evolución. Sin embargo, falta entregar aún más a nuestra región y a nuestra gente, sobre todo en el ámbito social y la innovación que nos permita destacarnos también en este ámbito. En segundo lugar, el clima, estamos insertos creo en el mejor clima de Chile, donde resulta agradable estar gran parte del año por sobre los 13 grados.

Por último, las oportunidades que brinda la región y la extensión territorial de la misma, que claramente la hacen atractiva no sólo para los chilenos sino que también para la población extranjera.

¿Qué admiras de la gente de esta tierra?

-Son personas muy trabajadoras, con ganas de crecer y salir adelante. Además su capacidad de resiliencia para enfrentar todas las dificultades que significa residir en una zona extrema en constante evolución y en un país principalmente centralizado

¿Qué te llevó a elegir la profesión de abogado ?

-El principal motivador fue mi hermano y colega. Por mi parte, siempre pensé en ser ingeniero comercial, de hecho tengo un MBA, me encantan los negocios, interactuar con las personas, lidiar con distintas personalidades, generar lazos; en términos simples, la negociación, todos los días negociamos de una u otra forma, la vida es una negociación que nos mueve permanentemente.

¿A quién o a quiénes admiras?

-A mi madre, una mujer extraordinaria en todo sentido y a la que le debo todo lo que soy como persona y profesional, es mi inspiración y motivación a seguir creciendo y cumplir mis sueños. Por otro lado, a Francesca, mi pareja, un mujer maravillosa, motivadora, trabajadora, inteligente y por sobre todas las cosas, una excelente hija, admiradora de su familia, y eso vale mucho. No puedo dejar de lado a mi hermano Fabián, colega, quien por supuesto como lo indiqué anteriormente, fue el motivador de ingresar a estudiar Derecho, un gran profesional, para mí es un tipo brillante.

¿Cómo te proyectas considerando que tienes vocación social?

-Definitivamente la vocación social la llevo dentro, es una de las cosas que me mueve, me encanta trabajar para ayudar al que lo necesita, y en ese contexto me encantaría poder desempeñar a futuro un cargo donde esté justamente cerca de la comunidad, escuchando cuáles son sus reales necesidades o requerimientos con la finalidad de entregarles una solución concreta.

¿Cómo crees que han funcionado las instituciones públicas durante la pandemia ?

-Creo que no muy bien, salvo las municipalidades, quienes claramente han sido los actores principales y quienes realmente les ha tocado enfrentar esta pandemia, debiendo redestinar en muchas oportunidades su presupuesto, justamente con la finalidad de asegurar a las personas las condiciones adecuadas para hacer frente a esta situación que hasta la fecha nos afecta.

¿Cómo te ves en 10 años más?

-Padre de familia, un gran padre y amigo de mis hijos, para mí, la familia lo es todo, ojalá viviendo aún en esta ciudad a la que le debo mucho y tengo mucho por entregar.