Natalia Belén Moenne Tejeda siempre sintió atracción por el área de la salud, y fue así que tras egresar del Colegio San José, decide estudiar Enfermería en la Universidad de Antofagasta.

Hoy esta joven profesional, de 25 años, es parte del equipo que trabaja en la Urgencia del Hospital Regional, donde ha sido testigo de los estragos que causa la pandemia. Por eso su mensaje es claro, hay que tomar conciencia y cuidarse.

¿Dónde creciste y qué recuerdos guardas de esa época?

- Nací en Iquique, la tierra de campeones, pero llegué a los 6 meses a Antofagasta. Crecí y me crié en un barrio habitado por portuarios jubilados, la población Punta de Angamos. Los recuerdos de pequeña los sigo manteniendo presentes hasta hoy, vecinos colaboradores, si a uno le falta algo, el otro se lo presta o buscan la forma de ayudarlo. El cariño transmitido por familias y generaciones.

¿Cómo nace tu interés por una carrera de salud?

-Desde pequeña he sido servicial, siempre he participado activamente en voluntariados, fui scout, siempre quise ayudar a los demás, sentí que nací para eso, para cuidarlos. No sabía qué ni cómo, pero sabía que iba a estudiar algo de la salud, quería cuidarlos y verlos recuperarse o, si inevitablemente iban a fallecer, darles un buen morir.

Enfermería me brinda todo lo anteriormente mencionado, es el arte de cuidar.

¿Cómo ha sido trabajar en la primera línea de la pandemia?

- Llevo dos años trabajando como enfermera en la unidad de emergencias del Hospital Regional. Es una experiencia que sin duda cambió mi vida, cada día conocemos vidas diferentes, cuidamos a personas que llegan muy graves, otras que se complican con el paso del tiempo, otras que se recuperan, todos con una familia que los espera en casa, al igual que a mí. Mi familia y mi pareja Marco (que también es primera línea en el SAMU) me han apoyado incondicionalmente.

¿Qué le dirías a aquellos que no se cuidan y aún no le toman el peso al covid?

-Que espero que ojalá nunca sea uno de sus familiares o ellos, un paciente nuestro, porque cuando las personas hacen su trazabilidad y se dan cuenta de que por sus irresponsabilidades, contagiaron a muchas personas que podrían haber evitado cumpliendo el aislamiento, el sentimiento de culpa ya no sirve, el daño ya se produjo. Hay personas que cada día estamos salvando las vidas que ellos descuidan.

¿Cómo te definirías a ti misma como persona, cuáles son tus fortalezas y flaquezas?

- Siempre he pensado que soy un poco entrópica, alegre, extrovertida y risueña, me encanta salir, pero disfruto compartir con mi pequeña familia.

Creo que mi forma de pensar y de ver la vida me ha permitido llevar a cabo mis sueños. Pero así mismo, mi sensibilidad a veces me juega malas pasadas, pero trabajo día a día por ser mejor persona.

¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida, a quiénes admiras?

- Cualquiera que me conoce sabe la respuesta. Mis padres y hermano han sido mi motor y pilar fundamental en cada paso que he dado, son mis fans número 1. Su forma de superar cada obstáculo que la vida les pone, el espíritu emprendedor de mi padre y el bondadoso de mi madre son mi mayor admiración.

¿Qué lecciones crees que debemos aprender de lo vivido este último año?

-Que la vida es efímera, que hay que vivir el aquí y el ahora, porque el mañana es incierto, el pasado es fugaz y el presente nos recuerda que seguimos vivos. Piensen y sueñen en grande, pero no olviden nunca quienes son y de dónde vienen. Que cada día es una nueva aventura si la vives con las personas y haciendo lo que amas.

¿Cuáles son tus lugares favoritos de Antofagasta?

-Caleta Coloso es uno de mis preferidos, es mi ruta de escape, conexión con la naturaleza sin tanta urbe. Antofagasta tiene lo mejor de dos mundos, cerro y mar. Sus quebradas con esa naturaleza escondida y el mar con su brisa relajante. Otro lugar que me encanta es el museo de las Ruinas de Huanchaca con su jardín de narcisos, es tan emocionante la vibra de ese pequeño espacio.

¿Dónde quieres estar en diez años más?

- Difícil pregunta, quiero estar con mi familia, ojalá ya tener estabilidad laboral y contrato para poder formar mi propia familia. Me imagino en esta misma ciudad, con muchas más experiencias post pandemia.