Bolsonaro asegura que nombrará un juez "terriblemente evangélico" al Supremo
POLÍTICA. El mandatario brasileño busca cumplir la promesa que realizó a la comunidad evangélica cuando asumió el poder en 2019.
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, reafirmó que en julio cumplirá su promesa de nombrar un juez "terriblemente evangélico" para ocupar uno de los 11 asientos de la Corte Suprema.
"Las vacantes para el Supremo Tribunal Federal pasan por mí. La última palabra no es mía, es del Senado, pero ustedes ya saben que el 4-5 de julio elegiré un nombre terriblemente evangélico", dijo el mandatario a un grupo de seguidores, a las puertas de su residencia oficial, en Brasilia.
Bolsonaro aseguró que ya tiene en mente un candidato, aunque no desveló su nombre. La prensa brasileña estima que se trataría de André Mendonça, exministro de Justicia de su Gobierno y actual Abogado General del Estado.
"Hay una corriente de aire, pero el martillo aún no ha sido golpeado. Como ya dije alguna vez, ¿se imaginan que las sesiones del Supremo Tribunal Federal comenzaran con una oración por parte de ese magistrado?", dijo el jefe de Estado.
"Dios es esencial en todos los lugares", agregó el mandatario que ayer se reunió con un grupo de evangélicos en el Palácio da Alvorada, en Brasilia, que rezaron por el Presidente.
En el poder desde el 1 de enero de 2019, Bolsonaro ya nombró en octubre del año pasado al juez conservador y católico Kassio Nunes Marques para el lugar que dejó el entonces decano del alto tribunal José Celso de Mello, de ideas progresistas.
La elección de Nunes Marques frustró entonces a los sectores de la ultraderecha y a líderes de iglesias pentecostales que esperaban que se hiciera realidad la promesa que hizo Bolsonaro en 2019 de nombrar a un juez "terriblemente evangélico", lo que parece ser que cumplirá en esta ocasión.
En julio, Bolsonaro tendrá que designar al sustituto de Marco Aurélio Mello, juez del Supremo desde 1990 y quien se retirará justo una semana antes de cumplir 75 años, edad límite para los jueces en Brasil.
No obstante, el nombre que escoja el gobernante debe ser aprobado por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado y posteriormente por el pleno de la Cámara Alta.
31 años lleva el juez del Supremo, Marco Aurélio Mello, a quien el presidente Bolsonaro debe reemplazar.