"La cultura es eje de transformación social"
ANTOFAGASTINIDAD. Oscar Rebolledo Pfeng, relacionador público y productor de eventos.
Oscar Rebolledo Pfeng es relacionador público, con un magíster en Comunicación y Marketing, pero es más conocido por haber estado a cargo de algunos de los espectáculos más importantes y masivos que ha tenido la ciudad en el último tiempo.
Su actividad en el ámbito del arte y la cultura además lo tienen como un referente en su área y testigo de innumerables historias fuera de los escenario, "armando" todo lo que conlleva un show.
¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?
- Tengo hermosos recuerdos de mi infancia, siempre fui muy callejero e independiente y de mucha actividad social en el barrio con amigos y vecinos de mi edad. "La calle" no era peligrosa, ahí jugábamos tenis, fútbol y hasta béisbol. Viví en el sector del Estadio Regional, por el edificio de "Las Empresas", por lo que el pasaje Niebla era nuestro punto de encuentro para nuestras actividades.
¿Qué recuerdas del Antofagasta años atrás, especialmente de los lugares que ya no están?
- Estudié la enseñanza básica en la Escuela D-76 " Grecia", conocida también como la "Escuela hogar", ya que tenía un internado y su director y parte del cuerpo docente también vivían ahí. Hoy su infraestructura cobija al Liceo Armando Carrera. Tenía un equilibrio social, sumado a que todos o gran parte de sus profesores eran "normalistas", un verdadero lujo haberlos tenido. Ellos son parte fundamental de quien he logrado ser profesionalmente. Eso extraño mucho esos años, hoy teniendo a mis hijos ya jóvenes, puedo decir que en algún momento sí había educación de calidad.
¿En tu faceta de productor, te tocó conocer varios artistas, cuál ha sido el más importante?
- Harta agua ha pasado por el puente, muchos festivales, conciertos y otras vainas. Todos los artistas son especiales, y de verdad muy especiales, desde su temperamento, su equipo de trabajo y su propuesta musical, en el ámbito internacional lejos. Deep Purple y Tom Jones reúnen estas características, pero son excelentes experiencias, trabajos y todo lo que dejan en el escenario con su profesionalismo y calidad.
En el plano nacional puedo decir que Roberto Márquez de Illapu es una persona de mucha exigencia y que tuvimos serias diferencias. He tenido la posibilidad de seguir trabajando con ellos, y vuelvo a reiterar, lo que dejan en el escenario es lo que finalmente vale y eso demuestra la relación de trabajo que se logra en la producción de eventos.
Justamente sobre esos artistas, ¿alguna anécdota qué contar?
- Una de las mas bulladas previo al concierto, fue con Deep Purple, la autoridad fiscalizadora era renuente a hacerlo, imagínense, traer a estos monstruos del rock, gratis a Antofagasta. Vino gente de toda la zona norte y gente de Brasil, Argentina, Perú y Bolivia.
Los mensajes de quienes organizaban el evento, se daban por la prensa de manera de generar presión para obtener los permisos, los que finalmente se otorgaron y miles de personas disfrutaron del espectáculo. Pero lo más anecdótico fue el catering (alimentación) que solicitaron para el show. Nos salió bastante caro, no voy a decir la cifra, pero trajimos a un chef desde Santiago, ellos simplemente desistieron de ocupar el servicio y nos pidieron encargar seis pizzas familiares… y frente a eso, nada que hacer.
¿Cómo va de la mano el arte, la cultura y el espectáculo con la sociedad antofagastina?
- El antofagastino tiene cualidades muy importantes a la hora de ser un actor presente en las distintas propuestas artísticas y culturales que se ofrecen en la ciudad. Es muy educado respecto al comportamiento que se debe de tener, las normas de seguridad y los códigos, por ejemplo, cuando asisten al Teatro Municipal.
Nuestra ciudad tiene una riqueza tremenda, tenemos Filzic, Identidades, Antofacine, Puerto de Ideas, SACO, la propia Corporación Cultural de Antofagasta y otras emblemáticas instancias culturales que le dan riqueza al ciudadano.
Hoy la cultura es un eje de transformación social, que busca a través de los procesos de reflexión, hacernos mejores personas, valorar el territorio y sus habitantes y definir así la ciudad que queremos, hoy a través del arte podemos aportar a nuestra historia y darle una nueva resignificancia.
Mucha gente confunde el arte con la gratuidad ¿cómo podemos educar a la gente que el artista también es un profesional?
- La gratuidad no existe, siempre hay alguien que financia una propuesta artística para que el acceso del público sea libre… pero en estos tiempos se ha demostrado la precariedad del sector, en toda su cadena productiva. Y siendo responsable puedo decir que la institucionalidad cultural es muy nueva. Tenemos un Ministerio con algo más de dos años. El Estado debe garantizar que nuestros procesos de desarrollo cultural estén protegidos, pero estamos en una etapa muy verde.
¿Cómo has vivido la pandemia?
- Creo que la incertidumbre que ha provocado esta pandemia, aún está muy presente. Si bien la historia local de hace un siglo nos mostraba los embates de la peste negra, no alcanzaba a dimensionar lo que nos tocaría vivir. Mi sugerencia es darle crédito a la ciencia y vacunarse, esta situación ha mostrado la real fragilidad de la humanidad, donde el virus no hace distinción a ninguno.