Ricardo Pinto Neira

No fue un partido como para perder las ilusiones en el proceso que recién comienza ni alguno en donde por el contrario, se pueda hablar de injusticia. Si Cobreloa y Barnechea firmaban el empate que se producía hasta el minuto 92, no le hubiese extrañado a nadie. Lo mismo si es que el elenco metropolitano se iba al descanso ganando 2 a 0.

Hubo tanta imprecisión como emoción en ambos arcos. Y finalmente, en ese juego de errores en la definición y equipos que están en busca de su mejor forma futbolística, "Los Huaicocheros" un histórico triunfo desde Calama apelando a lo que le faltó a su rival: poder de concreción.

Fue 2 a 1 a favor del equipo de Jaime Pizarro en un final que se guardó todas las emociones juntas para los minutos de descuento.

Antes, parecía que el dominio territorial que intenta poner en cancha iba a ser la tónica del encuentro, eso hasta que Barnechea encajó un feroz contragolpe aprovechando la espalda de Manuel Bravo con el tándem de Franz Schultz y Guillermo Cubillos. El centro de este contó con la primera imprecisión defensiva de la zaga local y allí, Boris Sagredo tuvo tiempo para acomodarse y poner el 1 a 0 antes de los 10 minutos.

Un golpe que "Los Zorros" sintieron y que el central Pablo Pedraza pudo aumentar tras un córner y con una zaga pegada al piso. Pero en ese momento, Cobreloa despertó, más por el alarde individual que por la monotemática idea de abrir la las bandas y tirar un centro buscando la cabeza de un motivado David Escalante.

Carlos Ross y Manuel Bravo -que le dio de sobrepique al vertical- pudieron empatar desde fuera del área, en la única vez en que los naranjas cambiaron el libreto.

Al frente, Barnechea esperaba muy bien parado y explotando la velocidad por las bandas. Casi al final del primer tiempo, Ethan Espinoza, la gran figura del encuentro metió un remate cruzado tras una nueva escalada de Cubillos por su banda y pudo ser el 2 a 0.

Variantes

Un gol anulado a David Escalante y un supuesto penal a Sebastián Ramírez provocaron reclamos loínos y la sensación de que se podía empatar. Pero ante el puzzle defensivo visitante, Meléndez optó por hacer cambios y arriesgar, con Jaime Soto dándole más salida por la banda que Claudio Miranda, Francisco Castro yendo más a la banda que Pablo Vergara y Fernando Barrientos intentando ser la aduana en el medio.

Pero allí cayó una nueva desconcentración, que terminó con un feroz contragolpe que dejó mano a mano a Gaspar Di Pizio con Maximiliano Velazco. En su afán por auxiliar, el nuevo capitán minero, Bryan Ogaz lo derribó por atrás y se fue a los camarines con roja directa.

Allí cambió el partido, porque pese al ingreso de Gabriel Tellas y Mario Parra para poner línea de tres en el fondo, Cobreloa perdió claridad y la ansiada paridad podía caer más por los empellones y pelotazos que por el fútbol asociado.

Y esa táctica desesperada pareció tener premio cuando en el primer minuto de descuento, Jaime Soto se atrevió y metió un pelotazo "busca piernas" al área, el que le cayó a Barrientos quien puso la igualdad y parecía darle el final merecido a un partido que asomaba parejo.

Eso hasta que en los 49, con los dueños de casa volcados buscando el milagro del triunfo en zona contraria, un despeje desde el fondo y otro vacío en las marcas le permitió a Espinoza encontrar el balón premiado y poner el 2 a 1 con que Barnechea se encontró el inesperado triunfo.

Errores puntuales y falta de definición, algo que viene desde los partidos de pretemporada. No es para volverse locos ni para condenar un inicio de proceso pero necesariamente, es un tema que no se puede seguir repitiendo. Y mucho menos en Calama...

Mientras algunos fanáticos salieron a criticar el debut de Rodrigo Meléndez en su tercer período como entrenador en Calama, la gran mayoría salió a pedir tranquilidad ante la derrota del primer encuentro.

Una mesura que fue compartida por el estratego en la sala de conferencias una vez terminado el partido. Para "Kalule", Cobreloa mereció más y "cometimos un par de errores, desconcentraciones que nos constaron bastante caro pero que no desdibujan lo bueno que se hizo. No me quedo conforme pero sí se vio un equipo intenso".

No obstante, sin Nicolás Maturana en cancha -estaba suspendido por una fecha y cumplió ante los "huaicocheros"-, Cobreloa parecía un equipo demasiado apegado al libreto de buscar la banda y el posterior centro a la cabeza de David Escalante, algo que Meléndez reconoce.

"Siento que el equipo se apegó a la forma en que veníamos trabajando, con ese sistema y en ningún caso quiere decir que sólo juguemos a eso. Sí asumo que a ratos abusamos del centro y por eso es que introdujimos cambios, con jugadores encaradores que nos pudieran dar alguna variante ofensiva y con el empate al final lo habíamos conseguido",

Para el técnico naranja, los puntos que se perdieron en casa deben ir a recuperarse en Arica, la próxima fecha.

"Sin duda que no teníamos pensado perder puntos en casa. Más allá de ir a ganar puntualmente en Arica, nosotros trabajamos para tener un equipo que salga a ganar en todos lados y que intente ser protagonista", cerró.

7 puntos en Calama dejó escapar Meléndez en su paso por la banca minera en el 2018.

La última vez que se había sentado en una banca fue en 2007 con Palestino y por eso, Jaime Pizarro admite que lo de ayer en Calama fue un reencuentro con sensaciones que extrañaba.

"En esta cancha me fue más bien como entrenador que como jugador", recordó con risas tras el final del encuentro, en donde destacó la disposición de su plantel para ganar un partido complejo en Calama.

"Comenzar contra un equipo como Cobreloa y en su casa no era fácil. Pero siempre conté con la disposición de mis jugadores. Por ejemplo, Felipe Flores viene llegando y me dijo que quería estar aunque fuera cinco minutos en la cancha", reconoció el entrenador.

El "Káiser" no ocultó su emoción. "El fútbol quiso que mi regreso fuera en este club que fundó mi abuelo y que por lo mismo, tiene un valor emocional muy grande para mi".