"He marcado hitos en la historia musical"
ANTOFAGASTINIDAD. Rafael Ramos Psijas, profesor de música.
Para Rafael Ramos Psijas la música siempre estuvo presente. Desde su niñez vio a su padre enseñar este arte por lo que seguir sus pasos fue prácticamente continuar un hermoso legado.
Profesor y compositor musical, creador de coros, ha marcado varios hitos importantes en Antofagasta lo que le ha valido el reconocimiento de la ciudadanía por sus constantes aportes en lo que denomina su pasión.
¿Dónde creció, estudió y qué recuerdos guarda de su infancia?
-Soy antofagastino de toda la vida. Nací, crecí, y estudié en Antofagasta, ciudad en la cual también he trabajado siempre. Hasta los 11 años viví en el barrio Playa Blanca, para luego cambiarnos con la familia a la Coviefi, a la que más me gusta llamar Villa Independencia, ya que Coviefi es una sigla, pero bueno, todos la conocen por ese nombre.
Estudié toda la básica en una escuela pública, en ese tiempo la D-91 (actual Liceo Andrés Sabella), y en paralelo, a los 8 años entré a estudiar música en el Conservatorio Regional de Antofagasta, en donde estudié piano, oboe, teoría y armonía. Mi enseñanza media la hice en el Liceo Experimental Artístico (LEA), y era que no, si mi padre fue el gestor para la creación de ese establecimiento en 1974, que fue la continuación de la Escuela Experimental de Música también creada por él en 1969, ambas bajo el alero de la Universidad de Chile sede Antofagasta.
Mi infancia fue normal, sin grandes lujos, ya que éramos una típica familia de clase media. Mi padre (fallecido) era profesor normalista, de las primeras generaciones de la Escuela Normal de Antofagasta, y después obtuvo el título de profesor de educación general básica, aunque se especializó en la asignatura de música, con estudios musicales y de violín en Santiago para después enseñar teoría y solfeo en el Conservatorio Regional de Música de nuestra ciudad, institución en cuya creación también fue su gestor.. Fue todo ese quehacer de mi padre que él me impregnó a mi persona, ya que yo desde niño lo veía enseñando música a otros niños y ensayando con las orquestas infantiles y juveniles del LEA, y era en esas instancias, sin darme cuenta en ese momento, sino que después, que mi padre tenía un don especial para la pedagogía musical. Verlo dirigir un ensayo era ver una verdadera sesión pedagógica-musical, y no sólo eso, sino que él realizaba sus propios arreglos de piezas orquestales bajo una concepción pedagógica para los niños músicos, por ejemplo, el cómo trabajar los movimientos de arco en los instrumentos de cuerda, asunto delicado que requiere de elaboración meticulosa previa.
¿Qué le apasiona de su profesión?
-Agradezco esa pregunta. Cuándo me preguntan "¿cuál es su profesión?", uno se va por el convencionalismo y dice "profesor", "profesor de música", pero siempre he sido de la idea de que todos los profesores de vocación debiéramos decir "educador", ya que uno no es un mero traspasador de conocimientos o instructor, uno además de traspasar conocimientos y habilidades, a través de ellos está buscando producir un efecto profundo en sus alumnos y alumnas, lo que ahora llaman "aprendizajes significativos", que son aprendizajes para la vida. Obviamente, como profesor de música no puedo pretender que todos mis alumnos sean músicos profesionales cuando adultos, pero sí mediante la música busco desarrollarles valores y hábitos como el esfuerzo, la disciplina, la capacidad de trabajo en equipo, además de la sensibilidad estética. En conclusión, educar a un niño, en mi caso, a través de la música.
¿Cuáles son sus principales satisfacciones profesionales?
-El ser un permanente gestor, lo cual me ha llevado -sin proponérmelo- a marcar hitos en la historia musical de Antofagasta. Por ejemplo, en el año 2000 formulé y me adjudiqué un proyecto FONDART para la venida a Antofagasta de una destacada maestra de piano escocesa-estadounidense a trabajar con mis alumnos en el Método Suzuki de la Escuela de Música del Teatro Municipal, además de dictar charlas para profesores de educación general básica y de música.
Con ella, en el concierto de cierre de esa Jornada de cuatro días, interpretamos un concierto para dos pianos y orquesta de Juan Sebastian Bach, siendo la primera vez que se ejecutaba una obra para dos pianos en Antofagasta, con sendos pianos de cola sobre el escenario. También señalo que esa destacada maestra, que viaja por todo el mundo, había venido varias veces a Chile, pero sólo a Santiago, siendo la primera y única vez que vino a una ciudad de región.
¿Qué proyectos está realizando actualmente?
-Como mencioné anteriormente, quiero publicar formalmente mi método de piano, el cual está inscrito, pero no impreso, sólo circula mediante fotocopias. También me he propuesto hacer un libro de repertorio vocal con canciones infantiles de mi creación, las cuales enseño en mis clases de música con los cursos de los primeros niveles a los que enseño, incluyendo alumnos de kínder. He creado varias canciones, todas con un fin didáctico, por ejemplo, para reforzar el aprendizaje de las letras, los números, los colores, las partes del cuerpo, etc.
También tengo en carpeta la composición de una obra sinfónica relativa a los pueblos originarios de nuestro país y la realización de otro concierto sinfónico con música de Vangelis.